Capítulo #21

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Me sentía como si fuera una bomba, o al menos así me hacía sentir Zoe. Pues me miraba fijamente, como si esperara que de un momento a otro yo estallara y los matara a todos.

Era un sábado y uno no muy agradable. El día amaneció gris y la lluvia se hizo presente al mediodía. Cuando llegué al centro comercial a eso de las tres, tenía los pies encharcados, mis zapatillas manchadas de barro y el paraguas apoyado en la mesa formando un charco de agua en el suelo.

Neil y Joshua, así se llamaba el pretendiente de Zoe, no hacían más que hablar sobre universidades con becas deportivas. Cuando llamaron nuestro número y ellos se levantaron a buscar la pizza, no pude evitar soltar un suspiro de alivio.

—No les has gritado idiotas —dijo Zoe, como si fuera un milagro que yo hubiera soportado quince minutos de charla incesante sobre futbol.

—He leído sobre futbol, resulta que tiene unas reglas que no logro comprender del todo. Así que no puedo llamarlos idiotas cuando yo no comprendo de qué hablan. —Ella se rió.

—Había olvidado lo nula que eres en deporte.

—Y agradecería que dejaras de verme así —le pedí cruzándome de brazos—. No te voy a arruinar tu cita.

—Lo sé, es que; de verdad me importa y sabes que no te lo pediría si no fuera así.

—¿De verdad lo quieres? —Ella asintió. La miré un instante y pregunté algo que comenzaba a inquietarme—. ¿Cómo sabes que lo quieres? —Sus labios se abrieron en lo que me pareció era una sonrisa boba.

—Solo lo sé. Cuando lo veo me pongo toda nerviosa, y cuando no lo veo quiero verlo.

—Eso me parece un poco estúpido.

—No, no lo es. Cuando lo sientas me entenderás. Por cierto. —Su rostro de ensoñación se esfumó en un segundo, ahora tenía el matiz de una chica que tenía algo muy interesante por contar—. ¿Supiste lo de Azlyn? —Tragué grueso y me tensé de inmediato, ella no pareció notar nada de eso pues dijo—. Esa rompecorazones, adivina quién le interesa ahora.

—Ethan, ¿no? —Zoe se estaba riendo, pero al escuchar mi respuesta hizo cara de sorpresa.

—Sí, ¿cómo supiste?

—Digamos que tuve la desdicha de topármelos en plena acción —comenté apartándole la mirada y viendo hacia donde estaban los chicos, ¿qué tanto podía tardarse uno en pedir una pizza? Pensé con molestia antes de que Zoe preguntara.

—¿Estás bien? —La miré y asentí.

—Claro, ¿por qué no habría de estarlo? —Ella me estudió el rostro y luego dijo.

—No lo sé, es que por un segundo me pareció ver en tu cara la misma expresión de rabia mezclada con tristeza que pusiste cuando te dije que Fred Weasley se moría.

—Lo cual por cierto fue muy pesado de tu parte, estaba empezando a leer el libro cuando me soltaste esa bomba —dije desviando el tema, lo menos que necesitaba era que Zoe sacara conclusiones apresuradas.

—Sí, ya hemos tenido esa conversación muchas veces, pero no hablo de eso. ¿Te molesta lo de Ethan y Azlyn?

—Claro que no. No es asunto mío lo que ellos hagan con su vida.

—Qué bueno, porque estamos invitadas a la fiesta de cumpleaños de Azlyn y es bastante probable que él también vaya a estar allí. —Abrí los ojos y tuve que tragarme lo que iba decir, los chicos acababan de llegar con la pizza y Zoe volvía a mirarme con aquella cara de preocupación.

La guerra nerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora