Aquí comienza todo. Llegué a la casa de los Styles después de un largo y cansado viaje. Me encontraba enfrente de su puerta principal, decidiendo si entraba o me iba. Pero, oh realidad, no tengo dinero suficiente.
Toqué el timbre de la casa e inmediatamente una mujer abrió la puerta.
- ¿Bonnie? - Me preguntó junto con una gran sonrisa en su rostro. Un hombre robusto se colocó atrás de ella.
- Hola - Dije nerviosa.
- Soy Anne ¿Te acuerdas de mí?
- Ah... S-Sí - La voz me fallaba. Odiaba las bienvenidas, me hacían sentir nerviosa y estúpida.
- Bienvenida a Londres - Dijo Anne algo emocionada mientras me daba un fuerte abrazo.
Me sentía incómoda, sus brazos me enrollaban tan fuerte que pensé que moriría asfixiada. Después de unos segundos me soltó y me permitió pasar junto con mis maletas. Una vez dentro, el señor que estaba con Anne, cerró la puerta.
- Apuesto a que estas cansada - Me ofrecían unas sonrisas amables y hogareñas.
Asentí con la cabeza.
- Le diré a Harry que venga por tus maletas y así podrás ir a descansar.
- Gracias Anne - Agradecí con amabilidad.
Harry. De alguna forma me emocionaba en verlo, ya que, aunque, no me agradaba del todo, era el único que podría ayudarme a adaptarme a esta nueva vida. Aunque no estaría tan segura de que el quisiera ayudarme, ya que, desde la última vez que nos vimos, no fui nada amable con el, pero creo que el tenía la culpa, era tan inocente, humilde, incrédulo, tonto y enamoradizo, que, no podía aguantarme las ganas de soltarle algunas bromas o insultos.
Anne pronunciaba su nombre a gritos. - Apresurate Harry y ayúdame con esto - Volvió a gritar.
Harry llego a la entrada trotando y en cuanto me vio su cuerpo quedo estático. Su rostro estaba algo inchado, sus rizos estaban despeinados, señales de que se acaba de despertar. Tenía puesto solamente unos jeans negros ajustados. Su torso estaba desnudo y pude admirar su bien formado abdomen, tenía algunos tatuajes y de alguna manera eso lo volvía aún más guapo. Y es que Harry era un chico muy apuesto.
- Harry, ella es Bonnie, ¿La recuerdas? - Le preguntó Anne quitando la tensión que se había creado.
- Oh ella es la intrusa, digo la chica que se quedará aquí - Cruzó sus brazos y los puso en su pecho. Anne, su mamá, lo fulmino con la mirada y su padrastro se aclaró la garganta. ¿Intrusa? Es por eso que no quería venir a esta casa, Harry es un idiota.
- Hola - Dije en un susurro.
- Harry, ¿Podrías llevar sus maletas a su nuevo cuarto? - Preguntó Anne con amabilidad
- Claro mamá - Le respondió no muy contento. Harry se acercó a mi y tomo mis tres maletas. Tal vez yo sea una intrusa pero el era mi nuevo sirviente gracias a su madre. El empezó a subir las escaleras pero Anne lo detuvo.
- Espera Harry - Pauso. - Bonnie acompaña a Harry para que te enseñe en donde te quedarás. Yo iré a preparar la cena. - Me ordenó y yo acepte amable. Le regale una sonrisa a Anne y a Robin y subí las escaleras después de Harry.
Mientras más subíamos las escaleras y caminábamos para llegar a mi nueva habitación, más se sentía la tensión entre los dos.
Harry se detuvo enfrente de una puerta que quedaba al final del pasillo. Abrió la puerta y entro, seguidamente entre yo. El cuarto estaba pintado de un azul claro, una cama tamaño matrimonial cubierta de sábanas negras y blancas, se encontraba alado de una ventana, había un armario grande alado de la puerta de madera pintada de blanco, una laptop encima de un escritorio, una televisión enfrente de la cama y abajo de ella algunas consolas de videojuegos. Este no era mi cuarto, este era el cuarto de un chico.
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Beso Travieso.//Wattys 2015
FanfictionLa vida de Bonnie Fellon da un giro inesperado cuando, la compañía de su padre quiebra y por culpa de ese acontecimiento, se tendrá que mudar de su lujoso departamento en Los Ángeles para poder vivir como una chica de clase media de Londres, en la c...