Capítulo 29

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-¡Franco!- exclamó su tío, con entusiasmo, al verlo llegar.

-Me da mucha alegría verlos de nuevo- refirió el empresario dándole un fuerte abrazo.

-Siempre será un placer recibirte hijo- expresó aquel hombre de mediana edad palmeandole la espalda. -¿Y esta linda chica es Jade?- preguntó al mirarla, mientras se separaba de Franco.

 -¿Y esta linda chica es Jade?- preguntó al mirarla, mientras se separaba de Franco

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-Sí, ella es Jade... mi novia- el castaño afirmó con una enorme sonrisa.

«El noviazgo aún no es formal», mentalizó la chica.

-Es un gusto conocerte, Franco nos ha hablado de ti.

-El gusto es mío señor...- sonrió y extendió su mano para saludarle.

-Puedes llamarme tío Erick- expresó alegre, ignorando su saludo formal y estrechándola entre sus brazos.

Erick... ese nombre retumbó en la cabeza de la repostera, haciendo eco entre sus recuerdos más dolosos. Sintió toda su sangre bajar hasta los pies y una frialdad repentina se asió de su ser. La sonrisa se le había borrado, se quedó estática sin poder moverse de su lugar y mucho menos pudo responder al grato recibimiento por parte de los tíos de Franco. Aquel nombre: Erick, llegó como una flecha directo a su corazón. La aflicción amenazó con apoderarse de su alma, gracias a esos recuerdos que cayeron como una tormenta sin previo aviso, inundando sus memorias con recuerdos felices, románticos y alegres, pero también recuerdos angustiosos y de una tribulación inevitable.

-¿Sucede algo linda?- preguntó el tío de Franco apartándose lentamente de ella.

-Yo... Creo que... Sí, estoy bien- trató de sonreír de nuevo- sólo estoy algo cansada- mintió tratando de evadir sus pensamientos.

-Oh querida... permíteme llevarte hasta tu habitación- expresó Carol cogiéndole del brazo- querido ayuda a Franco a bajar sus maletas- le indicó a su esposo. -Ha sido un viaje de varias horas, supongo que querrán descansar y algo de comer.

-Muchas gracias- la chica agradeció asintiendo con la cabeza mientras le seguía el paso- usted es muy amable, señora.

-Es todo un placer querida y puedes llamarme Carol o tía Carol- refirió sonriente.

Por otro lado, Franco cavilaba sobre la escena que acababa de presenciar:
Cuando su tío se presentó con Jade, él notó que la sonrisa de la castaña se desvaneció, si rostro se tornó pálido. Se quedó petrificada en su lugar y con la mirada perdida en el suelo.

-Se ve que Jade es una muy buena chica- refirió Erick mientras bajaban el equipaje.

-Lo es tío... lo es y te aseguro que todo lo que hago es por ella... en verdad estoy muy agradecido por habernos recibirnos.

-Sabes que te apoyaremos en todo hijo.

-Muchas gracias tío... subiré a ver como se encuentra Jade y le entregaré su equipaje- indicó cogiendo sus maletas.

El Chico De NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora