Franco Smith y Jade Bridge intentaban pasar desapercibidos de las flechas de cupido, sin embargo, todo apuntaba a que el hilo rojo del que muchos hablaban, los entrelazaba. Ambos poseían una personalidad peculiar.
Él, serio pero a la vez carismático...
Mientras Jade y Franco se dirigían a disfrutar de una hermosa velada, Allison ardía en ira por no poder localizar a su empresario.
-¿Has logrado sacarle alguna infomacion a Valentina?- cuestionó a Kevin, quien se encontraba mirando la televisión.
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-Aún no tía... pero hoy saldré con ella e intentaré conseguir lo que quieres.
-Más vale que te apresures... esa mocosa sabe dónde está mi Franco y se rehúsa a decírmelo- refirió a regañadientes lanzando el vaso de cristal que tenía en sus manos.
-Relájate, Valentina apenas vuelve a tener confianza en mí.
-Por favor querido, necesito de tu ayuda... cada minuto es un tormento para mí. Pensar en que Franco está con esa maldita pastelera me pone de muy mal humor y enciende todo mi enojo... pero juro que cuando los encuentre, la mataré de una vez por todas. Sabía debía matarla esa noche, pero Helen me dijo que sólo le diera un pequeño susto- suspiró con pesadez.
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-Tranquila tía- Kevin se sentó junto a ella- te prometo que encontraremos a Franco, con o sin Valentina, iremos por él.
-Gracias querido...
Por otro lado Helen y Valentina llevaban 20 minutos discutiendo.
-Estoy segura que tú sabes donde se encuentra tu hermano... dímelo de una vez- exigió obstruyendo la entrada de la habitación de Vale.
-Ya te dije que no lo sé, madre- mintió por décima vez mientras terminaba de maquillarse para salir con Kevin, debido a que habían quedado para ir al cine.
-Entonces si no me lo dices, no saldrás esta noche.
-¡No me puedes prohibir salir a divertirme, ya no soy una niña!
-Claro que puedo prohibirte lo que yo quiera.
-Ya no puedes controlar mi vida, como lo hiciste con Franco. Ni si quiera puedes controlar tu vida, mírate saliendo casi todas las noches con esos atuendos provocativos... te ves como bailarina de...
