El Chico De Negro

Capítulo 38

Eran las 1:30 p.m. cuando Mike y Vale llegaron al rancho. Todos estaban a punto de sentarse a comer, cuando Franco visualizó el auto de su mejor amigo.

-Son ellos, saldré a recibirlos- indicó el castaño. Jade se levantó con la misma intención que su prometido, pero él se lo impidió. - Quédate con Ámbar y Henry, acompañalos a cenar. Yo intentaré que los demonios de Mike permanezcan dentro de él, para evitar cualquier enfrentamiento.

-De acuerdo- Jade asintió y él salió de la casa.

-¡Grandulón te extrañé tanto!- Vale corrió hacia sus brazos para abrazarlo.

-Yo también te extrañé mucho, pequeña- Franco besó la frente de su hermanita.

-Hola hermano- saludó Mike.

-¡Qué gusto verte de nuevo, hermano!- se separó de Vale para saludar a Michael.

-Lo mismo digo Franco- ambos palmearon sus espaldas.

-¿Qué tal el viaje? Pensé que llegarían antes.

-Nos fue muy bien, solo nos retrasamos un poquito- Vale golpeó el brazo de su hermano.

-Lo siento, fue mi culpa- declaró Mike.

-No hay problema. Carol y Erik ya están ansiosos por recibirlos.

-¡Ya quiero ver a mis tíos!- exclamó la chica corriendo hasta la casa, dejando a los empresarios solos.

-Y dime, ¿cómo has estado?- cuestionó el castaño.

-Bien- Mike se encogió de hombros.

-¿Solo bien?- él le miró seriamente-  ¿Te sucede algo? Andas un poco extraño... Ya sé que estar aquí te puede resultar un poco incómodo, sobre todo por la presencia de Ámbar y Henry, pero por FAVOR no quiero que arruines mi boda.

-Todo esta bien, en serio y te prometo no hacer nada estúpido, pero lo que sí te confieso es que me dolerá ver a mi hijo en brazos de otro hombre.

-Esas son las consecuencias de tus actos. Lo debiste de haber pensado antes de negar al pequeño Jeremy. Además eso te pasa por no protegerte a la hora de saciar tu maldita calentura.

-Ya lo sé, no necesito que la hagas de papá, regañandome y recordándome que debo usar condón. Además sabes que me puedo controlar si me lo propongo.

-Eso ni tú te lo crees- Franco negó con la cabeza.

-Bueno ya no quiero hablar de eso. Prometo comportarme. Ahora mejor ayúdame a bajar las maletas porque tu hermana quería traer consigo todo su armario.

-Así es ella- sonrieron y se dispusieron a bajar el equipaje.

Los tíos Smith no conocían a Michael, así que cuando entró a la casa, Franco lo presentó y ambos lo recibieron con entusiasmo.

El ambiente se tornó un poco tenso cuando las miradas de Mike y Henry se toparon, pero la tía Carol interrumpió esa tensión cuando indicó que Mike la acompañara para instalarse en una de las cabañas del rancho. Ya no había más habitaciones para huéspedes así que sólo quedaban como opciones el ático y una cabaña como en las que viven Carlos y su esposa.

Por otro lado Allison había seguido con mucha precaución a Mike y Valentina, hasta verlos entrar al rancho de los Smith. Inmediatamente buscó el número de Helen y le llamó.

-Sí, Allison- respondió.

-¿Sabías que los Smith tienen un rancho?

-¡Maldición! Erik y Carol. Debí suponerlo, pero jamás pensé que Franco acudiría a ellos.