Franco llegó inesperadamente a la pastelería, tomando por sorpresa a la castaña. Era cierto que de vez en cuando, él le robaba un beso ligero, pero en esta ocasión no sólo fue un beso repentino, sino un ósculo abrasador y cargado de dulzura. Los labios de Franco eran tan exquisitos que fácilmente arrasaron con la cordura de Jade; la fusión de sus labios despertó sentimientos que la chica creyó haber sepultado junto al que un día fue su prometido: Erick.
«Este hombre me matará», pensó cuando sintió que el corazón se le detendría.
Lo que nadie sabía es que aquella afirmación mental delataba los indicios de un súbito futuro.
El beso culminó y Franco la tomó del rostro para mirarla a los ojos. Su intensa mirada la estremeció y no pudo evitar sonrojarse.
¿Enamorada? Sí, probablemente el amor ya la tenía entre sus cuerdas y por más que lo intentara ya no podría escapar. Aquel caballero la había cautivado, robándole el corazón sin misericordia.
-¿Jade?- preguntó Franco cogiéndole la barbilla.
-Sí.
-Fue un delicioso beso sabor de chocolate- él refirió con su encantadora sonrisa.
-¡No digas tonterías!- la chica le reprendió en tono divertido, mientras lo apartaba de sí.
-Ahora comprendo el nombre de tu pastelería: Besos de Chocolate...- sonrió entrecerrando los ojos- ¿me podrías envolver algunos de esos deliciosos besos para llevar?- cuestionó acercándose seductoramente a la castaña, para rodear de nuevo su cintura.
La chica se paralizó. Hacía años que había mandado a dormir a su lado cariñoso y tierno, pero aquel hombre intentaba despertarlo de nuevo.
Una pequeña sonrisa se escuchó en unos de los rincones de la cocina... Era Malena contemplando la escena que compartía aquella pareja.
-¡Malena!- Jade exclamó fulminándola con la mirada.
-Lo siento, pero me fue imposible evitarlo... es que usted y el señor Franco hacen una hermosa pareja.
-¿Ustedes dos se pusieron de acuerdo verdad?- refirió señalando a ambos- ¿tú sabías que él vendría, verdad?- le preguntó a Malena.
-No, yo no sabía nada- negó con la cabeza.
-Ella no sabía nada. Yo vine a sorprenderte y a pedirte que fueras con nosotros al zoológico- refirió Franco cogiendo la mano de la chica.
-¿Quiénes nosotros?
-Valentina y yo.
-Pero... tengo mucho trabajo-, dudo rechazar la invitación.
-Anda, diviértete Jade. Las chicas y yo nos encargaremos de los pendientes- refirió Male con entusiasmo.
-¡Listo! No se diga más, vayámonos- refirió el empresario tirando la mano de la castaña para que ésta le siguiera.
-¡Espera!- ella exclamó anclando los pies al piso.
-¿Qué sucede?- preguntó Franco, mirándola extrañado.
-No tengo el atuendo adecuado para salir con ustedes- aseguró señalando su uniforme color rosa y un delantal.
-Estas perfecta, sólo quítate el delantal.
-No me siento bien con el uniforme ¿podríamos hacer una parada rápida en mi casa, sólo para cambiarme de ropa?
-Está bien, lo que la dama ordene- afirmó el castaño cogiendo de nuevo la mano de la chica.
-¡Hola Jade!- saludó Valentina cuando miró a la pareja.
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El Chico De Negro
RomanceFranco Smith y Jade Bridge intentaban pasar desapercibidos de las flechas de cupido, sin embargo, todo apuntaba a que el hilo rojo del que muchos hablaban, los entrelazaba. Ambos poseían una personalidad peculiar. Él, serio pero a la vez carismático...