Capítulo 12

216 31 34
                                    

Al día siguiente en la librería, Jade se despedía de Ámbar. Este era el último día de la castaña en aquel lugar porque de ahora en adelante le dedicaría más tiempo a su negocio propio: la pastelería.

-Te voy a extrañar aquí cariño, la chica nueva que tomará tu lugar no me agrada tanto- refirió Ámbar con cierta nostalgia.

-No te preocupes, sé que se llevarán bien, aunque dudo que sean buenas amigas como nosotras dos, además puedo venir de vez en cuando a traerte algún postre, para saciar tus antojos- la chica de mirada azulada sonrió.

-Me parece una idea perfecta y espero que tengas razón o tendré que conseguirme un trabajo nuevo para no tener problemas con nadie- indicó la rubia frotando su pequeño vientre.

-Tú no te preocupes, piensa en tu tranquilidad y si necesitas ayuda emocional o económica sabes perfectamente que puedes contar conmigo.

-En verdad estoy muy agradecida contigo, Jade.

-No hay nada que agradecer, sabes que siempre estaré para ti y para ese pequeño baby.

-Muchas gracias amiga. También nosotros con gusto iremos a visitarte.

-Y para mi será un placer tenerles en casa o en la pastelería, sólo me avisas que día irás y a dónde para que yo éste pendiente- declaró extendiendo sus brazos para despedirse de la rubia con un cálido abrazo.

En ese instante las chicas escucharon las puertas de la librería abrirse, pero a pesar de ello ninguna deshizo el afectuoso abrazo.

-Buenas tardes- una voz familiar retumbó el lugar, lo cual provocó que el cuerpo de Ámbar se tensara de inmediato.

-Cielos- susurró Ámbar tratando de ocultar su temeroso rostro.

-Yo lo atenderé, tranquila- musitó al oído de su amiga intentando calmarla.

Las chicas se separaron para que Jade se dirigiera a Michael.

-Buenas tardes, ¿qué se le ofrece?- la castaña volteó su rostro y Ámbar se paralizó a su lado.

-Necesito hablar con Ámbar- afirmó.

-¿Conmigo para qué? ¿qué es lo que quieres Michael?- la rubia preguntó asombrada,  sin apartarse de su amiga.

-Necesito saber si el hijo que estas esperando es mío.

-¿Quién te dijo que estoy embarazada?- preguntó la chica con la voz entre cortada, sin poder ocultar su nerviosismo.

-Entonces sí es verdad- aseguró Mike cruzándose de brazos.

-¡Claro que es verdad! Yo no podría inventarme un embarazo- respondió Ámbar, con la voz titubeante pero tomando todo el valor posible para confrontarlo.

-No es mío, ¿verdad?- él cuestionó, enarcando una ceja.

-Sí lo es- declaró la rubia con seguridad.

-Pues yo no lo creo- el chico negó con la cabeza.

-Yo creo que los dejaré solos porque al parecer tienen mucho de que hablar- Jade trató de darles espacio para que ellos confrontaran la situación.

-No te vayas- indicó Ámbar cogiendo la mano de su amiga- quiero que escuches todo, por favor.

-Pero...

-Por favor- suplicó la rubia.

-Está bien- la castaña asintió y permaneció callada en su lugar.

-Michael intenté decírtelo antes, pero...- a ella le resultó imposible concluir la frase porque él la interrumpió.

-Sabes... no me convences para nada. Yo no pienso darte ni un centavo porque dudo que ese hijo sea mío, así que si deseas demostrarme lo contrario exijo una prueba de ADN.

El Chico De NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora