✓ ❝¿estás dispuesta a intentarlo una vez más?❞
Cuando se pierde un amor, cuando una ilusión se quiebra, ¿Cómo se puede confiar nuevamente? ¿Cómo se puede perdonar? ¿Cómo se puede volver a amar? Cuando un corazón se destruye, mucho cuesta el volve...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
«Vete, Catherine.
No quiero verte nunca más.»
Mi mirada se abre de golpe.
Examino mi respiración. La manera en que mi pecho duele. La manera en que mis manos se aferran a la sábana que cubre mi cuerpo. La manera en que todo se había sentido tan real como aquella tarde. Sin embargo, respiro y el aroma de mi habitación me hace saber que solo ha sido un sueño. Un recuerdo transformado en pesadilla.
Nada había sido real.
—¡Catherine!— el llamado de mi hermana me hace aterrizar completamente en la realidad.
Ella se encuentra en el umbral de mi habitación con rostro sumergido en preocupación; ojos mieles bien abiertos, recorriendo mi imagen rápidamente.
—¿Qué pasa?— pregunto.
—¿Estás bien?— pregunta ella de regreso. —Has gritado...— lo que dice sin duda me sorprende e inmediatamente me disculpo.
A sus 23 años Elise se había convertido es una joven hermosa. Se había convertido en mi compañera. Se había convertido en el único refugio al cual podía acudir cuando el pasado volvía para acecharme. Con su sonrisa, bella y llena de cariño, ella me hacía sentir tremendamente bien.
—Creo que es hora del desayuno.— anuncia enseguida con aquel cuidadoso entusiasmo que sabe usar muy bien. —Te avisaré en cuanto esté todo listo.— añade para desaparecer después.
Mi mente, a través de su mecanismo de defensa, me recuerda que día es. Vago mentalmente por cada una de las actividades que tengo planeadas, sin embargo, de camino al baño, mis pensamientos se tornan contra mí.
Las imágenes de mi pesadilla pasan como recuerdos borrosos y destrozados; fragmentos que a momentos siento olvidaré por completo. Y mientras siento como el agua tibia baña mi cuerpo, me ordeno, y permito, tener ese momento para sentirlo todo. Dejo que las más aterradoras y desgarradoras emociones me sobrecojan, sabiendo que al dejar esa habitación todo quedaría enjaulado nuevamente. Luego de tanto trabajo, no podía permitir que su recuerdo lo rompiera todo sin más.
