[ Jueves 18 de Junio, 2015 ]
Por primera vez en mucho tiempo, todos los puestos de nuestra mesa en el departamento serían ocupados esa noche. Nuestros padres estaban invitados a cenar, al igual que Sebastián. Sería una cena de encuentro, y porque no decirlo, para limar pasadas asperezas, también.
Les había dado a mis padres solo tres días para digerir la noticia de que Sebastián Fassbender había regresado a mi vida; a nuestras vidas. Como había sido esperado, su recepción había sido emocionalmente variada. Mi padre, como buen abogado, guardo silencio por mucho tiempo y mi madre, como buena que lo era en ello, no oculto la preocupación que sentía por esto.
Por mi parte, usando mis más favorables tácticas de comunicación, expuse a ellos nuestra relación: la importancia del gran compromiso que habíamos adquirido con el otro, esta vez, era muy diferente a lo visto hace seis años. Bajo el manto del amor tan profundo que siempre habíamos sentido, estábamos dando lo mejor de nosotros para que esta vez nuestro amor floreciera de manera apropiada.
Esa tarde, mamá y papá compartieron una mirada que es cómplice. Guardando en ella todos sus temores, y cuando mi mamá suspira, mi padre habla por fin. Como siempre lo habían hecho, apoyarían mi decisión, pero, sin duda, no podía pedir que no tuvieran sus consideraciones con Sebastián. Para ellos el dolor de haberme visto tan destrozada por su causa era algo que nunca olvidarían.
—¿Falta algo más?— pregunta mi hermana, deteniéndose a mi lado a los segundos.
Veo como acomoda el hermoso arete rojo a su oreja, combinando la pequeña joya a la perfección con el vestido que había escogido para esa noche. Ella dirige una mirada general a la mesa y expresa libremente lo mucho que le gusta los arreglos que he hecho.
—Estás nerviosa...— susurra y mi mirada cae en la suya, notando como sus ojos mieles me observan con cariño y el mismo dulce tinte que acompaña a su pequeña sonrisa. —Puedo darme cuenta cuan feliz estás, también. Eso me alegra mucho.— nuestras sonrisas parecen un reflejo y antes de que pueda abrazarla como quería, el timbre nos arrebata el momento.
Mis padres, como de costumbre, llegan muy habladores, interrumpiendo la historia de lo que les había pasado de camino acá con halagos de lo hermosas que nos vemos esa noche, como también del increíble arreglo que habíamos hecho con la mesa.
—¿Dónde está el invitado de honor?— pregunta mi madre recibiendo la copa de vino que mi padre le entrega.
Echo un vistazo a mi reloj de mano. Faltaban solo unos minutos.
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{ II } SUEÑOS SALVAJES
Teen Fiction✓ ❝¿estás dispuesta a intentarlo una vez más?❞ Cuando se pierde un amor, cuando una ilusión se quiebra, ¿Cómo se puede confiar nuevamente? ¿Cómo se puede perdonar? ¿Cómo se puede volver a amar? Cuando un corazón se destruye, mucho cuesta el volve...