{45} Honor

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[ Viernes 28 de Agosto, 2015 ]




[ Viernes 28 de Agosto, 2015 ]

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Hace un año la vida era muy diferente. Hace un año ni en los más absurdos, ni salvajes sueños hubiera pensado que cumpliría veintiséis años con Sebastián nuevamente en mi vida. Durante toda la tarde celebrando junto a mis amigos, cada vez que mi mirada daba con la suya, pensaba en lo extraordinariamente sorprendente que eso era. Ahora con un par de copas de más y luchando por mantener mi mirada abierta, mi mente volvía a reflexionar en aquella jugarreta del destino.

-¿Necesitas ayuda para desvestirte?- su voz se escucha suavemente lejana, sin embargo, cuando muevo mi rostro y abro la mirada, su bello rostro es con lo que me encuentro.

No había sentido nada. Ni el más mínimo movimiento de su cuerpo al disponerse sobre mí. Noto como sus ojos azules se pasean por mi rostro con ligereza, siéndome casi imposible la simple tarea de seguirle.

-¿Quieres desvestirme?- pregunto con lentitud, claramente atribuyenté a mi estado, viendo como una dulce sonrisa decoraba sus labios.

-Siempre quiero hacerlo.- responde, dejando escapar enseguida un pesado suspiro. -Pero, es hora de descansar. Mañana tendremos mucho tiempo para celebrar.- me recuerda y nuestras miradas se sostienen por un largo rato.

Ambos terminamos por sucumbir ante la complicidad de nuestras sonrisas, acercando él su rostro unos centímetros en dirección al mío.

-No quiero dormir.

-¿Qué es lo que quieres, entonces?- pregunta y tan pronto como mi deseo me anima, mis manos ya se encuentran acariciando la zona privada debajo de su linda camisa.

La sensibilidad de mis manos siente la aspereza en ciertos puntos, como también los bordes sobresalientes de una que otra cicatriz, percibiendo la tensión en que su cuerpo se envuelve a los segundos.

-Quiero sexo.- y sin espera de más, mis labios buscan los suyos, besando y explorando tan vivamente como mis manos se encargan de hacerlo, también.

Sé que ha sido demasiado gentil conmigo, por lo que cuando sus manos retiran las mías de su torso, no hay queja alguna de mi parte, al contrario, mi mirada se deslumbra al verle retirar su camisa con un entusiasmo que es prueba nada más de lo mucho que él me desea, también. Tal cual lo ha hecho con su prenda, mi remera queda olvidada en alguna parte de la habitación inmediatamente.

Su boca deja la mía tras desatar una intensidad que siento en cada rincón en ese momento, bajando hasta mis senos donde el festín que se da es igual de agradable, queriendo prolongar sus caricias hasta mi cuello, no obstante, cuando siento el roce delicado de su nariz en la zona una pequeña risilla escapa de mi garganta, siendo esta un poco más sonora cuando intenta nuevamente aproximarse.

-Lo siento...- susurro conteniendo con todas mis ganas mi risa. -El sexo es demasiado divertido para mi ahora mismo.- añado sintiendo como su mano mueve desordenados cabellos de mi vista, permitiéndome así ver claramente su hermosa sonrisa.

{ II } SUEÑOS SALVAJESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora