[ Lunes 7 de Septiembre, 2015]
Como en aquel encuentro en la universidad, me prohíbo pestañear. Tengo mi mirada en él a todo momento y cuando se atreve a dar el primer paso a mi dirección, estoy lista para moverme, también. Una sonrisa bastante maléfica se dibuja en sus labios, haciéndome temblar un poco más.
—No es sensato que hayas venido. Ellos están aquí.— comento sin especificar porque sabia que él tenia certeza a quienes me refería. —Sebastián estará aquí en cualquier minuto.
Hans vuelve sonreír esta vez de manera mas socarrona. Con lentitud, mueve sus piernas y sus marcados pasos son sombra de los míos, los cuales se han encargado de hacerme rodear el escritorio de madera para hallarme detrás de él. Veo como la punta de sus dedos toca el borde de duro material, alzando la mirada para ver como él sigue movimientos para acercarse.
—Puedes irte. No diré nada de esto. Solo, vete, por favor.— pido manteniendo mi mirada en la suya, igualando esta la inmutable frialdad de su expresión. —Lo que sea que estes pensado ahora, puedo asegurarte de que no vale pena hacerlo.
Él alza una ceja en claro disgusto.
—¿Ahora sabes lo que es bueno para mí?— dice mientras se acerca un poco más, y yo sigo mis movimientos contrarios a los suyos, encontrándonos ahora ambos en los extremos del escritorio.
—¿Qué es lo que quieres?— pregunto, creyendo que si era capaz de seguir una conversación con él el tiempo suficiente, Sebastián aparecería por la puerta y todo estaría bien.
La sonrisa que veo formarse en sus labios parece ser una respuesta burlesca a mi idea, obligándome a contener las lágrimas de puro miedo que amenazan con mostrarse.
—Sabes exactamente lo que quiero, Catherine.— dice, haciéndome recuerdo implícitamente de sus palabras en la Universidad. Esta vez, Hans retrocede el último paso que había dado y yo soy incapaz de moverme. —Y no dejarás este lugar hasta que lo obtenga.— agrega frívolamente dando un paso más y teniéndole a nada de posar su mano en mí, comprendo realmente todo lo que sucede a través del visceral terror que siento.
Mis opciones en aquel momento eran limitadas, sin embargo, había una que no sería capaz de soportar vivir una vez más. El recuerdo de su cercanía y su toque, tan agresivos y grotescos como en la universidad, inundan mi mente llena de pánico y no hacen más que descomponerme, decidiendo quizás tomar la decisión más arriesgada en ese momento.
Desgraciadamente, no alcanzo a dar mi tercer paso lejos de él cuando siento un fuerte tirón en mi cabello que me hace gritar en dolor. Hans me jala contra él y caigo torpemente contra su cuerpo, sintiendo cómo sus brazos aprisionan con mucha más brutalidad ante mis intentos de escapar y gritarle que me deje ir. Entonces, un gruñido desesperado de su parte se escucha y toma mi cuerpo lanzándome contra la mesa del escritorio con una fuerza bestial que resuena por toda mi espalda y mi cabeza con potencia. Levemente, aturdida llevo mi mano a mi nuca sintiendo un punzante dolor en la frágil zona, el cual no significa nada cuando siento como sus manos toman mis piernas y con cruel fuerza, me arrastra hacía él. Separa mis piernas, siendo aquel gesto la claridad que necesitaba para conocer su intención, forzándome a defenderme con mucha más fuerza y valentía.
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{ II } SUEÑOS SALVAJES
Teen Fiction✓ ❝¿estás dispuesta a intentarlo una vez más?❞ Cuando se pierde un amor, cuando una ilusión se quiebra, ¿Cómo se puede confiar nuevamente? ¿Cómo se puede perdonar? ¿Cómo se puede volver a amar? Cuando un corazón se destruye, mucho cuesta el volve...