LAZOS Omegaverse.- TaeKook

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Sin darse cuenta ya había dejado de temblar y fue entonces, cuando sintió el glande del alfa chocar contra su entrada y presionar fuertemente, Jungkook sentía como sus paredes se negaban a la intromisión, pero después de un fuerte empujón y un enorme gruñido sonoro por parte de su alfa, el miembro entro por completo de una solo estocada. Sentía su interior invadido y completamente lleno, no falto nada, ni un solo centímetro fuera, estaba siendo invadido por ese tosco y duro miembro y por los irregulares gemidos que sacaba de dolor.

—¡A-ahh! ¡D-duele, Tae! ¡Para, me due-le... n-no puedo! -Gritaba el menor entre sollozos.

—Tranquilo, Kookie. -Decía el mayor tratando de reconfortarlo para que se calmara. —¡Si puedes, bebé. Pasara pronto.

—¡N-no, e-está muy grande... m-me duele, sácalo... por f-favor... ¡Ahh!

—¿Dónde duele, Kookie? -Preguntaba lujurioso.

—M-mi trasero... me d-duele mi entrada... ¡Ahh! Tae, sácalo, por favor... -Decía inocente el omega, todas esas sensaciones eran nuevas para él.

—¿Aquí duele? -Dijo tranquilo empujando mas su miembro.

—¡SI! Ahh... mngh... D-duele... -Gritaba entre gemidos mientras se dejaba caer sobre las almohadas.

Entonces ¿Con que así es como se siente? Esto es dejar de ser virgen... entregar tu cuerpo por completo a alguien, dejarle que te haga suyo... Se siente extraño... siento mi cuerpo arder, siento punzadas en mi entrada, siento que con cada embestida me abriera un poco más, siento calor... calor... siento... que no puedo pensar bien...

Las paredes del omega se habían relajado después de haberse inundado en aquellos pensamientos. Tras cada embestida sentía como su cuerpo se relajaba y sus paredes cooperaban, sentía que le gustaba cada vez mas. Su miembro encajaba perfectamente en el, se amoldaba a sus paredes como si ese fuese su lugar ideal, como si hubiese sido creado exclusivamente para él.

Las embestidas del alfa eran cada vez más salvajes y profundas, ambos estaban dejándose llevar por los instintos, ya no les importaba si exageraban, si iban muy rápido o muy brusco, lo único que deseaban era hacerlo toda la noche hasta saciar el hambre que los envolvía. La habitación entera estaba llena de gruñidos y gemidos, junto con algunos jadeos y gritos. Jungkook le pedía mas y mas a Taehyung, tenía tantas ganas de que sus paredes y su interior fueran ensuciados por la esencia del otro, quería experimentar todas las sensaciones de una primera vez, quería que su cuerpo entero fuese poseído por el castaño.

Dentro de la gigantesca habitación podían escucharse los rechinidos de la cama, los jadeos y gemidos y sobre todo, ese húmedo sonido de chapoteo que provocaba el choque entre ambas pieles con cada embestida. El menor estaba hipnotizado por aquel sonido proveniente de sus sexos unidos. Mientras que el mayor con cada embestida, clavaba un poco mas sus uñas en la pálida cadera del menor, quería sostenerse y tener un mejor agarre de él para penetrarlo con más fuerza y profundidad, no quería perderse de ningún espacio dentro suyo.

El omega sentía como cada parte de su cuerpo en donde tocaba el alfa ardía. sentía que no había nada que se igualara a aquella sensación de ser penetrado y poseído, por un momento pensó que eso era lo que él quería para toda la vida. Ser penetrado una y otra vez por aquel joven.

Sus lenguas se enredaban la una con la otra dejando escapar jadeos entre estas, era una danza muy brusca y llena de fuerza, parecía que peleaban por ser el dominante en aquello. Sin embargo, ambos sabían quien llevaba el control... La boca de Taehyung había descendido hasta su cuello y Jungkook pensó que en ese instante sentiría los poderosos colmillos del otro hundiéndose entre su piel, pero no. Un fuerte agarre lo saco de si, saco su miembro por completo y de inmediato lo giro, dejándolo boca abajo y volviéndolo a penetrar de una sola estocada. Jungkook aun no se acostumbraba del todo así que soltó un fuerte gemido tras sentir aquello.