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—Vaya vaya... -Dijo sorprendido por la habilidad deductiva del omega. —Entonces no te prometo poder parar en esta ocasión. -Volvió a besar sus labios con fuerza e introduciendo toda su lengua dentro de la pequeña cavidad. Jungkook correspondió el beso y entre jadeos de este, solo exclamó; "Nadie te ha pedido parar".

Taehyung estaba más que encendido, no se esperaba tanta pasión esa noche y mucho menos junto a la persona que tanto amaba. El calor incremento en su pecho que subía y bajaba agitado, no podía mas, sentía que todo a su alrededor estorbaba. Como pudo, tomo sus propias ropas superiores y se las saco de encima, dejando a la plena vista su delgado pero ligeramente marcado abdomen lleno de algunas pequeñas pecas que resaltaban mas su perfecto tono de piel semi bronceado. Jungkook se sonrojo aun mas violentamente en cuanto lo tuvo así sobre él. Sus cuerpos eran tan diferentes... Uno delgado y otro no tanto, uno pálido como la luna y el otro de un perfecto aperlado, uno tan vacio y escaso de adornos además de sus tatuajes y el otro tan lleno de pecas y divertidos lunares.

Las diferencias entre ambos eran innumerables, no se parecían en nada. De la cabeza a los pies eran muy distintos, hasta su color de ojos lo era si se prestaba la debida atención, pero sin duda algo en esos pares de ojos no eran tan distinto. Ambos tenían la misma mirada decisiva y llena de valentía. Ambas miradas reflejaban amor cuando se topaban la una con la otra, ese simple pensamiento tranquilizo al omega y le hizo poder finalizar el beso en paz.

El menor jadeaba y solo podía escuchar los gruñidos ansiosos de su alfa. Estaba presionando cada vez más su cuerpo contra el de este, hundiéndolo entre la cama y él para que sus miembros se rozaran con más facilidad. Ambos podían sentir la dureza en sus entrepiernas, causando más gemidos provenientes de la boca de ambos, aunque para esto ya no había tantos en la boca de Jungkook. El mayor lo besaba de una manera tan salvaje que incluso parecía que estaba follando la boca de ese omega con su lengua. Sin duda cada segundo que pasaba, Taehyung era más controlado por su alfa, después de todo, tanto tiempo reprimido merecía su recompensa.

El pelinegro tuvo un leve momento de descanso para su cuerpo en cuanto escucho gruñir al alfa, se había levantado de la cama para poder sacarle los ajustados jeans negros junto a la ropa interior y sus botas, no quería que nada mas estorbara y se interpusiera entre su húmeda entrada y su erecto miembro. El castaño recordó la primera vez que tuvo ante el semejante vista por parte del omega, tan sumiso y dispuesto frente suyo y a pesar de que estaba disfrutando admirando cada rincón de esa bella piel desnuda y sin ninguna huella, no debía perder el tiempo, su alfa estaba hambriento.

Aclaro un poco su voz para que no sonara tan agresiva, pero eso era casi imposible, la voz de alfa siempre era grave y demandante aunque él no lo quisiera.

—Kookie, abre tus piernas, amor. -Ordeno con esa voz que tanto hacia vibrar y erizar su cuerpo, este soltó un gemido por la excitación y obedeció rápidamente, abriéndolas para darle espacio entre ellas. —Joder, todo este tiempo solo te necesitaba a ti, tenía tantas ganas de ti, solo quería tomarte a ti, amor mío. -Gruñía, pero aun así su voz sonaba tan comprensiva y llena de ternura.

Taehyung se acerco posicionándose justo entre las piernas de Jungkook, separándolas más y acariciando y rasguñando sus muslos, lo cual hizo gemir más a su omega, el dolor ardiente que sentía por aquellas uñas que desgarraban su delgada nívea, era un dolor tan bueno, creía estar en el cielo.

—Ábrelo, Kookie. -Ordeno tomando con una mano su enorme bulto que guardaba esos jeans azules que llevaba aun abrochados.

Jungkook obedeció, por supuesto.

LAZOS Omegaverse.- TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora