One Shots Jerrie

Baby Blue Eyes

Perrie Edwards. Dos palabras. Un nombre. Miles de emociones.

Perrie Edwards es esa persona que te puede llevar al espacio y luego traerte de vuelta con solo una sonrisa e incluso con solo una mirada.

La primera vez que la vi ambas caminábamos por los pasillos de la escuela, parecía un día normal, otro día aburrido y lleno de malos chistes de profesores que solo querían caer bien a los alumnos, hasta que ella entro riendo sobre alguna cosa que dijeron sus amigas, yo jure en ense instante que mi vida no volvería a ser la de antes.

Los días siguientes me encontré a mi misma observándola a lo lejos mientras ella conversaba o solo en la forma en que sus labios se curvaban y su cabeza se ladeaba un poco al lado cuando no entendía por completo a sus amigas, las chicas populares, decían.

Entonces recuerdo la primera vez que escuche su nombre. Estábamos en el 2do periodo, era mi tercer día de clases y como siempre ella entro al salón de clases usando su mejor sonrisa, porque si, es Perrie Edwards y ella siempre sonríe. Instantáneamente mis ojos se dispararon a su dirección y por primera vez sus ojos se conectaron con los míos. Recuerdo haber estado muy avergonzada por separar la mirada de sus ojos tan rápido, fue algo fugaz, fue como un reflejo de defensa, podía sentir el calor subiendo a mis mejillas mientras mis ojos permanecían bajos viendo a la mesa donde estaba sentada.

"Señorita Edwards, me alegra que pudiera acompañarnos hoy." El profesor Smith de historia pronuncia con sarcasmo y mis ojos por fin se levantan para ver la escena que estaba a punto de suceder.

"Oh lo siento tanto, Señor Smith. Lamento llegar tarde a su clase es solo que la Señora White me pidió ayudarla con el papeleo y yo no podía decirle que no..." Su mirada era tan inocente que podría hacer que cualquier criminal ganara un caso en la corte.

"Oh ya veo....Bueno si ese es el caso, tome asiento entonces."

"Quizás pueda quedarme después de clases a ayudarlo a usted también, Señor Smith."

"No, gracias. Aprecio su ayuda pero no la necesito por el momento."

El profesor Smith le devolvió la sonrisa y ella hizo su camino a los asientos.

Claro que todo lo que ella había dicho no era cierto, yo la había visto esa mañana antes de entrar al salón hablando con Alex, uno de los chicos populares, y ambos parecían tener una conversación muy animada para mi gusto. Mi sangre empezó a hervir desde el momento en que los vi, pero no había razón alguna para molestarme, yo ni la conocía, nunca nos habías dicho ni una sola palabra.

Hasta ese día.

"Hey...eres Jade, ¿Cierto?" Mi corazón se paró al escuchar su voz.

Ojos azules profundos como el mar y mejillas sonrojadas, era ella.

"Umm...Yo...mmm...s-si" Ella río y no pude evitar como sus ojos se entrecerraban con el subir de sus mejillas, era adorable.

"Soy Perrie. Si no me equivoco, eres nueva aquí ¿No? Nunca antes te había visto."

"Sí...bueno...Yo-" Mi mirada se enfocaba de nuevo en mi cuaderno, no podía controlar mis nervios.

"¿Qué sucede? Parece como si hubieras visto un fantasma." Sin darme cuenta mi mano que sostenía el lápiz empezó a temblar y ella lo tomo. "¿Estás bien?"

Le aparte mi mano con rudeza y ella me miro con una mida dolida.

¿Qué haces Jade?

"Lo siento...yo no...-"