One Shots Jerrie

Santa Is A Sandancer

🌬️ Solo para hacerles saber, es la segunda parte de Santa Is A Geordie.
Entonces, sí, Santa sigue siendo un Geordie (que es un apodo para las personas del noreste y su acento) pero, más específicamente, un Sandancer (de South Shields)

Jade dejó escapar un profundo suspiro mientras sus dedos se deslizaban por la mejilla de su adormilada novia. La piel pecosa más suave y hermosa que jamás haya visto. Estaba en la cama, en su piso, y después de innumerables intentos fallidos de dormir, estaba más inquieta que nunca a pesar de la hora temprana.

Ese día sería el día en que le revelaría a Perrie la decisión que había tomado semanas atrás, y el pensamiento solo fue suficiente para hacer que su corazón se acelerara; entregarle suaves caricias a su chica era parte de su rutina habitual, pero ahora el acto tenía también el objetivo de calmarla.

"Ahí estás ..." Murmuró cuando los párpados de Perrie comenzaron a agitarse.

"Mmh ..." Se quejó la chica rubia mientras comenzaba a moverse. Podría estar despertando lentamente, pero su rostro ya mostraba una hermosa sonrisa que coincidía con la de Jade. "Hola..."

"Buenos días amor" Murmuró la morena y la recibió con un dulce y amoroso beso.

De repente, las preocupaciones de Jade se disiparon y comenzó a visualizar la luz al final del túnel; una luz de esperanza que le sugirió que, al final de ese día, todo podría salir bien.

"Pensar que duré 26 años de mi vida sin despertarme así" Perrie negó con la cabeza, separándose de los labios más suaves que las mantas.

El año pasado, cuando el destino la llevó a pasar la víspera de Navidad en South Shields, solo con Jade y sus mamás, le había sugerido a la morena que le diera una oportunidad a su historia. Esa había sido la mejor decisión que podían haber tomado y, contra todo pronóstico, y gracias a 2020, tenía que admitirlo, su año había sido bendecido con mucho tiempo libre que pudo pasar al lado de su novia.

"Te amo" Le murmuró su par favorito de orbes de chocolate.

"Te amo más" Replicó ella, sinceramente.

Perrie todavía recordaba el momento exacto en que se dio cuenta de que estaba enamorada de Jade. Sucedió hace años, mucho antes de que ella le pidiera que fuera su novia.

Australia, mediados de octubre de 2015. La última mitad de ese año había sido muy difícil para ella, debido a su corazón roto, pero nunca se rindió. Y estaba cien por ciento segura de que Jade tenía mucho que ver con eso.

Su, en ese entonces, mejor amiga pasó sus nuevos días de soltera permaneciendo a su lado, animándola. Recordando su valía. A veces, incluso, bromeaban sobre estar juntas. Se sintió bien. Eso se había convertido en la nueva normalidad.

Pero no se dio cuenta de lo importante que era Jade para ella hasta ese viaje al extremo sur del mundo, en medio de una entrevista. Se habían estado comportando especialmente cariñosas y, al principio, Perrie había atribuido la distorsión de sus pensamientos al desfase horario, pero la verdad era que ese mismo estado le permitió lograr una epifanía inesperada.

Sucedió muy rápido. Estaban sentados en una mesa; Jade respondiendo a una de las preguntas del entrevistador. Se trataba de una historia loca con un fan que, hasta ese momento, Perrie nunca había escuchado. La morena explicó cómo este desconocido se acercó a ella, la agarró por la cara y se tomó el tiempo de besarla en el cuello en una situación realmente íntima, pero incómoda.

Perrie tuvo que admitir que una ola de celos intensos la ahogó al escuchar ese testimonio, pero solo por un momento: un instante después, Jade la usó para explicar dicha interacción, agarrándola del cuello y acercándose peligrosamente a su rostro, tan cerca que se encontró ansiosa por esos labios regordetes. Desafortunadamente, y tan rápido como llegó, Jade se fue, y los celos la inundaron nuevamente cuando Jesy tomó su lugar en la explicación imitada.