One Shots Jerrie

Going Nowhere 2/3

"¡Muy bien! ¡Jade y yo estaremos en mi habitación, viendo una película!" Jade escuchó a su amiga rubia anunciar al resto de la casa.

Estaba cerca, así que la morena caminó desde la cama de Perrie hasta la puerta; ella ciertamente no podía esperar.

"¡Ahí tienes!" Perrie sonrió, pero solo por un segundo, antes de que Jade cerrara la puerta detrás de ella y la apretara contra ella, repentinamente extremadamente intrigada por el punto debajo de su oído.

"Te extrañé" Murmuró Jade con una voz ronca que salió de la nada, pero con mucho gusto, ya que parecía volver loca a la rubia.

Su respiración se volvió jadeante junto con las caricias de Jade en la suave piel de su cuello.

"Oh, Dios ... estoy tan contenta de haberte llamado" Murmuró Perrie con voz temblorosa.

Jade besó la mandíbula definida de Perrie, lentamente ... mientras extendía la mano para apagar las luces.

"¡Alexa!" Ella llamó al asistente. "Enciende el arcoiris"

En cuestión de segundos, la habitación se iluminó con las coloridas luces de Perrie.

La morena parecía encantada de encontrar de nuevo sus orbes azules favoritos.

"Eres un bebé" se burló Perrie de ella.

"¡Amo los colores!" Jade discutió, encogiéndose de hombros, y se inclinó para atacar el cuello de Perrie, recibiendo una respuesta gimiente. "Y a ti"

Rodeó a Perrie con los brazos y la acercó a ella. Entre besos y caricias, la llevó a la cama, dejándola acostarse para que la abrazara.

Memorizó los botones de blusa de Perrie y se inclinó de nuevo para proclamar sus labios rosados, lamiéndolos sensualmente, provocando escalofríos por la columna de la rubia, dejándola sin sentido.

Una vez que sus labios se separaron, no dudó y deslizó su lengua adentro, saboreando la boca de Perrie y los sonidos guturales de placer que emanaba.

Cuando sus manos terminaron de abrir la prenda, bromeó con Perrie con los dedos sobre su torso ahora medio desnudo, disfrutando del poder que tenía sobre ella.

Jade se echó hacia atrás para apreciar el hermoso cuerpo.

"Impresionante" Murmuró, con los ojos llenos de lujuria. Su respiración normal se había ido.

Los ojos de Perrie le rogaron que la tomara. Entonces ella lo hizo.

Volvió al cuello delicioso y comenzó a dejar un hilo de besos y pequeñas lamidas en su escote. Su intención no era volver loca a Perrie, pero su deber como conocedora del arte consistía en disfrutar los detalles; El calor de la piel, el sabor, la sensación en la punta de la nariz, la lengua, los labios.

Llegó al borde del sujetador de encaje de la rubia, tal vez con tanta anticipación como ella, pero aún así se tomó su tiempo deslizando sus dedos sobre la piel, dibujando patrones en círculos antes de agarrar la tela para tirar de ella.

"¡Hazlo!" Perrie insistió, locamente desesperada.

Jade se la quitó, jadeando ruidosamente ante la exquisita revelación.

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Sus ojos marrones se abrieron de par en par en medio de la habitación tenuemente iluminada. El reloj de la pared marcaba las siete y veintidós de la mañana.

Había sido solo un sueño. Pero que sueño. Incluso cerró los ojos con fuerza, tratando de volver a eso, incluso cuando sabía que eso no sucedería. Resignada, Jade bajó la mirada y encontró a Perrie todavía durmiendo.