One Shots Jerrie

Think About Us

El amor es complejo. No importa de qué lado lo mires, es difícil.

Amar a alguien es difícil. Pero ser amado es aún más difícil. De hecho, el amor es un dolor en el culo.

Algunas personas creen en ello, otras simplemente no lo hacen.

Hay pocos que todavía creen en el amor eterno y hay muchos que creen que ese sentimiento de amor que no dura para siempre.

Jade era una verdadera creyente. Ella confiaba en el amor aunque estaba decepcionada por eso muchas veces. Jade percibió el amor como uno de los estados más grandes en los que un humano atraviesa. No importa lo que venga al final, el amor está hecho para todos. La razón detrás de este pensamiento puede ser guiada por su infancia. Ella creció con sus padres que siempre mostraban cuánto se amaban casi todos los días. Jade miró a sus padres de una manera tan persistente que parecía un poco fuera de lugar. Ella los imaginó como el modelo perfecto de amor verdadero.

Y por supuesto, ella trató de seguir sus pasos. Tristemente, fallando cada vez. Sin embargo, no fue su culpa o al menos eso fue lo que pensó. Era una mujer encantadora que siempre trata de dar la mejor impresión a las personas. Ella tendría el mejor maquillaje y elegiría la mejor vestimenta para cada cita. Ella estaría hablando de sí misma, pero no demasiado, no quería mostrar su ansiedad. Además, ella sonreía de una manera tan encantadora que casi nadie podría resistirse a ella.

En esencia, fue un completo fracaso. Terminó llorando, claramente desconsolada, comiendo helado mientras escuchaba a Leona Lewis 'Bleeding Love'. Jade estaba cansada de estar sola. Ella solo quería amar y de alguna manera sentirse amada, eso era todo.

Por otro lado, Perrie era todo lo contrario. Ella odiaba el amor. Básicamente.

Ella nunca ha estado interesada. De todos modos, el amor está bastante sobrevalorado, ¿Verdad?

Perrie era una mujer libre y estaba contenta de ser así. Ella no tenía a alguien que le dijera qué hacer o qué ponerse. Ella era su propio yo. Y eso es todo.

A diferencia de Jade, Perrie se crió en un ambiente complejo. Sus padres se divorciaron cuando ella tenía solo 6 años. No pasaron más de 3 meses y su padre se había ido de la ciudad con otra persona. Alguien más joven que su madre. El cliché típico. Ella apenas lo ve hoy en día.

Y así, su madre comenzó a salir con muchos tipos que terminaron siendo gilipollas. Y cada vez que uno nuevo llamaba a su puerta, su madre los reclamaba como "Él indicado" y no juraba más que amor verdadero. Por supuesto, todo era mentira.

Perrie creció rechazando el amor como un deber. Y ella prometió no experimentar ese horrible sentimiento nunca. Y ha estado funcionando bastante bien por ahora. Ella salió con muchas chicas, obviamente, pero advirtió que no podía ofrecer más de lo que ya había dado. Algunos escucharon y otros no, terminando con sus corazones rotos. Pero Perrie no sintió remordimientos, les advirtió. Como ambas chicas parecen ser totalmente diferentes, de alguna manera, se hicieron amigas.

Sucedió en el último año de universidad. Jade estaba llorando dramáticamente en el baño debido a una cita fallida y la rubia había estado ahí. La rubia se hubiera reído después de ver el llanto de la morena, pero sorprendentemente no lo hizo. En cambio, ella ofreció ayuda y desde ese momento, es cuando todo comenzó.

Nadie pudo entender esa amistad, ni siquiera ellas, sin embargo, se apoyaron mutuamente durante mucho tiempo. Entonces, probando cuán fuerte era su amistad con el paso del tiempo.

Y esa amistad pudo haber sido la mejor amistad. Pero no lo fue.

Todo sucedió en la fiesta de Año Nuevo de Jesy. Jade estaba borracha al igual que Perrie. Ambas estaban completamente ebrias. Estaban bailando ridículamente por todas partes y nadie podía detenerlas. Ni siquiera la dueña de la casa.