One Shots Jerrie

Law of Fives

Uno. Jade realmente odiaba ir al dentista. La primera conclusión a la que llegaron las personas cuando les contó este pequeño detalle acerca de sí misma fue la siguiente: No le gustaban los objetos ruidosos y filosos en la boca. Y ella los dejó creerlo porque la verdad no era exactamente vergonzosa, pero aún le causaba un pequeño apretón de corazón.

Ella no odiaba a todos las asistentes dentales porque eso sería incorrecto, pero definitivamente tenía una ligera aversión hacia las mujeres esbeltas, hermosas y, por injustas que fueran, porque una de ellas había sido la razón por la que tuvo que romper su relación.

Pero el problema era que había tenido un inconveniente grave con la muela del juicio inferior izquierda, parecía que la estaba matando lentamente. Ya tenía veintidós años, así que pensó que no tendría que preocuparse por sus dientes durante al menos otros cincuenta años.

"¿Cómo puedo ayudarte?" Le preguntó la asistente en la sala de espera y Jade se chupó el labio inferior, diciéndose a sí misma que esta delgada, bella y rubia asistente dentista, de ninguna manera, se parecía a la ayudante de dentista desnudo que había visto en ella, la amante de su ex novio

Jade solo señaló su mejilla izquierda y suspiró antes de sacar su tarjeta del seguro. "Tengo un problema con mi muela del juicio"

"Oh, estoy segura de que podemos arreglar eso en poco tiempo", ella asistente sonrió educadamente y luego agarró la tarjeta de la mesa entre ellos, revisando los detalles. "Oh, eres más grande de lo que pareces, sin ofender" La rubia se sonrojó ligeramente y se frotó la frente avergonzada. "Solo quería decir que te ves más joven, lo que se supone que es un cumplido"

"No mucha gente de mi edad todavía tiene dificultades con las muelas del juicio" respondió Jade y trató de no sentirse molesta. No era justo que Jade proyectara su odio hacia Jennifer hacia esta joven mujer.

La rubia sonrió y negó con la cabeza. "No, no, eso no era lo que quería decir en absoluto. Hemos tenido personas de más de treinta aquí que tenían problemas con ellos, no hay edad que los salve de ellos" Dejó escapar una risita ante eso antes de continuar. "Es bueno para mí, sin embargo. Si todos nuestros problemas dentales se detienen durante unos años, no tendré un trabajo, ¿Verdad?"

Jade solo sonrió como respuesta antes de sentarse en una de las sillas entre un niño llorón de seis años y un hombre de mediana edad con las mejillas hinchadas. Por mucho que su trabajo la aburriera, en cierto modo deseaba estar allí.

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Dos. Helado, había dicho. Montones y montones de helado o, por lo menos, manteniéndola frío de otra manera para asegurarse de que no haya mucho flujo de sangre y que la herida se cierre pronto.

Jade no tenía ganas de comer nada en absoluto. Ahora tenía un agujero en la boca y si movía la lengua sobre él, podía sentirlo, pero se sentía tan desagradable y extraño que había arrancado un pedazo de pañuelo y se lo había pegado al fondo de la boca para llenar el vacío. y dejar de lamerlo. No dolía mucho, los narcóticos seguían funcionando y sentía que la mitad de su boca estaba hinchada y sin vida, pero por extraño que eso se sintiera, tenía miedo de cómo se sentiría una vez que los narcóticos desaparecieran. tendría que lidiar con el dolor de un agujero en las encías.

Estaba decidiendo si estaba más de humor para Haagen-Dazs o Ben & Jerry's cuando alguien chocó contra su hombro y giró la cabeza para ver quién era.

"Mi error, lo siento" dijo la rubia y, para sorpresa de Jade, la reconoció como una dentista rubia que la había registrado no hace mucho tiempo. "Oh, señorita Thirlwall, qué coincidencia es encontrarla de nuevo"