One Shots Jerrie

Vodka

Vodka.

Eso era lo que ella necesitaba. Esta noche no iba a molestarse con beber refresco, sino directamente todo el alcohol. Bueno, eso fue lo que dijo en voz alta. Pero, como siempre, no podía hacer algo correctamente, siempre tenía que ser sensata. Así que aplastó una naranja con un poco más de vigor de lo necesario, apuñaló con su puño y agregó el jugo a su bebida. Mientras sacaba la bandeja de hielo del congelador, el agua fría le corría por los dedos y comenzaron a adormecerse desde el centro hacia afuera. Rápidamente dejó caer unos cubitos de hielo en su bebida y luego chupó sus dedos para calentarlos.

Vio su reflejo en el pequeño espejo de la cocina y se frotó enojada el lápiz labial. Era demasiado brillante, ¿Qué había estado pensando? Era demasiado obvio, gritaba 'puta' en su opinión. Sus dedos todavía estaban fríos y pequeños escalofríos la recorrieron mientras se frotaba los labios con ellos. Aminoró su acción y tocó la parte más sensible, justo dentro de la boca, pero se calentó demasiado rápido. Al ver que se frotaba los labios lentamente, su expresión vidriosa la hizo apartarse del espejo avergonzada.

Ella llevó su bebida a la sala de estar y se sentó, cerró los ojos y se masajeó las sienes para aliviar el dolor que se estaba formando allí. ¿Qué derecho tenía Alex para tratarla así OTRA VEZ? Ella había querido que esta noche fuera su noche ... la noche especial. Ella había querido que hicieran el amor.

Perrie tenía 18 años y era virgen. Pero ella había sido comprada en un ambiente muy católico y la idea de no tener sexo antes del matrimonio estaba profundamente impresa en su mente. Siempre había tenido miedo de tener novio por si se acercaba demasiado y quería tener sexo. Alex no estaba mejor, había dejado en claro que no estaba dispuesto a esperar mucho tiempo y que no era considerado ni romántico. Pero, ¿Dónde encontraría alguien mejor? Estaba cansada de sentirse así sobre el sexo y solo quería hacerlo.

Para cuando ella había terminado de pensar en Alex, el hielo en su bebida se había derretido. Lo llevó de vuelta a la cocina y agregó más vodka y cubitos de hielo, pensando que el agua habría debilitado la bebida. El timbre sonó justo cuando ella lo dejó sobre su mesa de café.

Por un momento consideró simplemente ignorarlo, pero la persona que llamó fue persistente. Ella maldijo y se levantó para abrir la puerta. Lo primero que vió fue un par de ojos color caramelo, forrados con un sensual negro y adornados con largas pestañas negras. Estos ojos tenían una cara pequeña y pálida con labios color rosa pastel y una nariz chata. La cara en sí estaba enmarcada por gruesos rizos marrones y coronada por un cuerpo con pechos pequeños y un culo redondo y apretado.

Era Jade.

"Hey ... sé que Alex no iba a venir, así que pensé que podríamos ahogar nuestras penas juntas" Ella le tendió una botella de vino.

"¿Cómo sabías que él no vendría?"

Ella se encogió de hombros. "Él nunca viene"

Ella suspiró y se hizo a un lado para dejarla entrar.

Pasaron un rato hablando de sus relaciones fallidas: Perrie y Alex, Jade y Jesy. Jade era bisexual y normalmente salía con un hombre y una mujer, pero realmente se había enamorado de Jesy, que había huido una vez que las cosas se pusieron difíciles.

"Hmmm, necesitamos hielo" dijo Jade, y Perrie sacó la bandeja de hielo de la nevera. Ella restregó la sensación en sus dedos con sus labios otra vez, y encontró a Jade mirándola.

Avergonzada, ella se dio vuelta y luego sintió las suaves yemas de los dedos deslizarse sobre su mejilla y empujar su cabeza suavemente hacia la cara de Jade. Los dedos bajaron por el cuello de Perrie, haciéndola temblar gratamente, y bajaron por su hombro y brazo para agarrar las yemas de sus dedos. Guiaron las extremidades insensibles a sus suaves labios rosados ​​y dentro de su boca y sintió una cálida lengua lamiendo a su alrededor. El fondo desapareció gradualmente, todo excepto el rostro de Jade, se volvió borroso cuando sus labios se encontraron y sus lenguas exploraron las bocas de la otra.