Capítulo 25

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Antes de llegar a la estación de bomberos me paso por una tienda de dulces para no ir con las manos vacías. No quiero parecer un buitre o una desagradecida que va a comer allí por la cara. Sé que ellos comen allí por lo tanto tienen comida, lo que no creo que tengan son chocolates y chucherías, por eso he pensado en llevarle unas cuantas.

 Sé que ellos comen allí por lo tanto tienen comida, lo que no creo que tengan son chocolates y chucherías, por eso he pensado en llevarle unas cuantas

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Me monto de nuevo en el coche y ahora sí voy de camino a la estación. Pongo la música alta para dejar de pensar en cosas que no son importantes y me pongo a cantar algunas estrofas de la canción. Es muy pegadiza y como a veces repite lo mismo, pues se me va quedando la letra.

Aparco justo en la misma acera del parque y veo como no está uno de los camiones, señal de que ahora mismo está dentro la mitad del equipo de día. Salgo del coche y voy dentro de la estación.

- Buenas tardes. -les saludo; Matt se acerca para cogerme las bolsas- Creo que un poco de azúcar os vendrá bien.

- Y más con Ottis, no deja de robarle caramelos al turno de noche.

- No es robar, es una tasa que les cobro por ocupar mucho espacio en la cocina.

Me siento en el sofá junto a las chicas y mientras que esperamos a que el otro camión vuelva, les ayudo a doblar la ropa que acaban de sacar de la lavandería

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Me siento en el sofá junto a las chicas y mientras que esperamos a que el otro camión vuelva, les ayudo a doblar la ropa que acaban de sacar de la lavandería. Eso es lo bueno de tener una en tu trabajo, si no puedes limpiarla en casa te la traes y entre turno y turno la tienes limpia.

- Me gusta la idea de Herrman, piensa en toda la gente nueva que puede entrar al bar y es solo una noche a la semana. -bufó Gaby- Además, va a darle un toque más divertido y estoy segura de que con una sola noche haréis la caja de todo el mes.

- ¿Qué caja, qué mes y qué idea?

- A Herrman se le ha ocurrido la fantástica idea de poner un grupo de música los sábados por la noche y como yo soy uno de los socios pues necesita otro voto para poder hacerlo. -vuelve a bufar- Y no sé lo que voy a hacer.

- A mí me parece una buena idea. -comento- Yo entiendo que el Molly's es un sitio para relajarse después del trabajo, pero no me digas que nunca te han entrado ganas de poner la música alta y disfrutar un poco más la noche con tus compañeros. -me acerco a ellas para que los demás no escuchen- Si aceptas podrás bailar con Casey.

- ¡Eso es chantaje!

- Matt, ¿qué tal se te da bailar?

- Bien, ¿por qué?

- Oh, por nada. -me acerco otra vez- Tic, tac, tic, tac...

- Vale...

- ¡Bien! -Shay y yo nos chocamos los cinco- ¡Ottis! Me debes diez pavos, Gaby va a aceptar la idea de Herrman.

- ¡Mierda! -se quejó él al tener que pagarle a Shay- ¡Ya no apuesto más por ti!

Dejo el montón de ropa doblada sobre el sofá y me siento a la mesa después de colocar los cubiertos en ella. Poco a poco todos los que faltaban se han ido incorporando y por suerte ya estamos comiendo.

¡Dios, qué bueno está esto! El pollo relleno que ha hecho Peter Mills entre turno y turno está delicioso, vaya manos que tiene el chaval para la comida. Uno de los mejores que he probado en mi vida.

- Oye, ¿cómo estás? -me pregunta Cruz y se hace el silencio en la mesa- Nos hemos enterado de que anoche hicisteis una redada.

- Fue más fácil de lo que creíamos y por suerte todo terminó bien. Creo que la única que ha salido amoratada he sido yo pero solo por los empujones que me daban. -noto como algo me chupa la pierna- Veréis, algo me está chupando la pierna y antes de darle una patada os pregunto, ¿tenéis animales aquí?

- ¡Pouch! -dijeron todos a la vez- ¡Mills, el perro!

- Es que el perro no es tonto, se va a la que está buena.

- ¡Severide! -gritaron molestas Shay y Gaby.

- ¡Joder! Cuando hablo meto la pata y cuando no hablo es que me pasa algo. ¡Joder! No hay quien las entienda. -coge el balón de baloncesto del suelo- Me voy a jugar un rato.

Es que me hace tanta gracia los comentarios de Kelly y las caras que pone, que no me puedo enfadar por el comentario. Ver las caras que pone de seductor nato es para mearse de la risa porque intenta ligar contigo delante de quien sea y no le importa lo más mínimo.

- Vámonos Pouch. -le dice Peter mientras que le tira suavemente del collar- ¿Vamos a comer?

- Te acompaño. -le pongo la mano y me la chupa- ¡Pero qué chico eres!

Pero si es un cachorrito, yo pensaba que era mucho más grande. ¡Yo quiero uno!

- ¿Qué tal te va en la unidad? -me pregunta Mills mientras que vamos al aparcamiento- Digo, trabajar con Voight tiene que ser complicado

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- ¿Qué tal te va en la unidad? -me pregunta Mills mientras que vamos al aparcamiento- Digo, trabajar con Voight tiene que ser complicado.

- No es tan complicado como sacar a una persona de dentro un coche antes de que se caiga por un terraplén. -recojo la pelota del suelo y se la lanzo a Kelly- Pero no se trabaja mal mientras que cumplas sus tres normas.

- Ya, las famosas tres normas que más de uno se ha pasado por el forro y él ni se ha enterado.

- ¿Cómo?¿Quién se las ha saltado?

- Antonio con la última chica que vino, justo a la que tu estás reemplazando.

¡Flipa! Pero si se lió con la chica tuvo que ser al principio de haberlo dejado con Laura. O sea, él no hizo nada para intentar que ella volviera sino que se acostó con su compañera para celebrar su divorcio. ¡Y me quejaba de Severide!

- ¡Claro, por eso Hank la ha echado de la unidad!

- No, Hank la echó porque consiguió las pruebas suficientes para culparla de desvelar asuntos policiales muy gordos a la televisión local.

Vaya con el regalito que se lió Antonio...

La Unidad De Inteligencia | Chicago PDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora