Camila Patton era una de las alumnas en la academia de policías de Nueva York. No se esperaba qué aquella mañana de clases cambiaría su vida para siempre pero ya ha tomado un decisión.
Ahora todo es totalmente diferente. Trabajo, casa propia, amigos...
Me encuentro vistiéndome en el baño de mujeres después de haber terminado el turno y voy con prisa porque Eva ya ha llegado a Chicago y me espera en la estación de autobuses.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- ¿Puedo pasar? -escucho hablar desde el otro lado de la puerta- Tengo que darte algo.
Me subo los pantalones y cierro la taquilla de un golpe.
- Vale, pasa.
Sé que la persona que estaba afuera era Antonio por eso al verlo no me sorprendo.
- Dame lo que me tengas que dar rápido, tu hija ya ha llegado a Chicago y tengo que ir a buscarla.
- Toma. -me entrega un sobre- Estoy seguro de que mi hija va a querer comprarse ropa y bueno, vengo a darte el dinero.
- ¿Algún requisito? -pregunto- Para la ropa.
- Que no tenga escotes como los tuyos, es muy chica aun para llevarlos.
- Pues yo los llevo y a todos os gusta, incluso a ti.
- Por eso, no quiero que se fijen en ella como yo lo hago en ti.
Ay, Antonio... ¿Por qué me lo tienes que poner tan difícil? Si nuestra relación fuera menos compleja yo estaría encantada de poder hacer lo que siento pero no puedo, por millones de razones.
- La dejaré en casa cuando terminemos. -camino hacia él y le doy un beso en la mejilla- Hasta mañana.
¡Dios, me estoy muriendo! Tengo ganas de estar con él y de no separarme en mucho tiempo pero a la vez necesito mi espacio para pensar en todo. Pero sería más simple si él o Jay me dejaran pensar tranquilamente.
Mi cuerpo automáticamente se da la vuelta y comienza a andar hacia el baño de mujeres. No puedo evitarlo, llego hasta la puerta y entro. Antonio está tumbado boca arriba en el banco donde hace poco me encontraba poniéndome los zapatos, me acerco rápidamente hacia él y lo beso con pasión.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Me estoy muriendo sin ti. -digo cerca de su boca- Han sido las horas más largas de mi vida.
