En El Momento Perfecto.

Capítulo 3.Tarde de chicas.

Odio el maldito despertador. Juro que un día lo voy a tirar por la ventana sin más contemplaciones. Abro los ojos, miro al reloj y...¡MIERDA!¡Son las nueve menos veinte!¡Llego tarde! Bueno, en realidad ya da igual, porque si voy ahora no me dejan entrar, así que me lo tomo con calma. Como tengo tiempo decido alisarme el pelo. Voy al baño y enciendo la plancha. Primero bajo a la cocina, cojo un par de galletas y subo de nuevo. Hoy me pongo los vaqueros negros y una camiseta blana simple. Me calzo las converse grises y... Lista. Todo esto en cinco minutos ¡RÉCORD! Entro en el baño y como era de esperar tardo cuarenta minutos en alisarme el pelo.¡Son y veinticinco!¡Solo tengo diez minutos! Cojo el abrigo y salgo corriendo. ¡Joder, las gafas otra vez! Salgo de casa y cuando cruzo el puente...¡Es él otra vez! ¿Por qué llevo dos años sin verle y derrepente dos días seguidos? Da igual, voy a pasar de largo sin mirarle. Creo que no se a fijado, aunque con este chico nunca se sabe...

Llego justo a tiempo.Toca el timbre del final de la clase. Subo al aula. Bueno, se ha acabado mi buena suerte. Stacy, la persona más estupida que he conocido en mi vida, y también "jefita" de las mamarrachas de mi clase, está hablando con Maggi. La cara de mi "amiga" no es precisamente agradable. A saber qué la está contando, y lo más importante, a ver cuento tiempo tarda en alejar su mesa de la mía. En realidad no es la primera vez que pasa esto, asi que me da igual. Mientrras dura la conversación yo estoy sentada observando, mientras saco los libros. Espera, ha pasado algo. La cara de Stacy es de sorpresa y no me extraña. Estoy oyendo la conversación:

-Stacy, agradezco la información, pero a mi me da igual el pasado de Lily si ahora es buena conmigo, si ella es mi amiga, asi que, si me disculpas vuelvo a mi sitio con ella. Además, hay algo que me impulsa a no creer nada de lo que dices y speraré a que ella me cuente lo que quiera. Adiós - la mira con una mueca de sarcasmo, agita la mano diciendo adiós y se da la vuelta.

Mi sonrisa en estos momentos no puede ser más enorme. Después de lo que acaba de hacer por mi, definitivamente, Maggi es mi amiga. Según se acerca me levanto y la abrazo. Ya no recordaba que se sentía cuando alguien te defendía, cuando querías darle un abrazo a alguien. Ella me sonríe y a la vez entra el profesor. Toca química, y el señor Phillips es un hombre genial. Nos deja hablar en clase, hece experimentos, trucos de magia... Algunos dicen que está loco, pero yo le adoro.

-Me han informado de que tenemos una nueva alumna. Por favor, ¿Puedes decirme quién eres? - Maggi se levanta.

+Soy yo, señor Phillips. Mi nombre es Maggi.

-Encantadísimo señorita. Espero que se divierta en mi clase y aprenda mucho.

Ella se sienta y él saca un líquido rosa en una probeta. La clase comienza. Después de un rato, nos manda tarea y mientras la hacemos charlamos.

+Madre mía Lily, estoy enammorada de tu pelo... ¡Míralo! ¡Te llega casi hasta el culo! ¿Has tardado muchísimo no? ¡Por cierto! ¡Eres una asqueroso! Me has dejado sola aguantando al señor Potter... ¡Casi me duermo!

-Lo siento, me he dormido - digo poniendo carita de pena -  no lo volveré a hacer, lo prometo - me rio- y sí, he tardado cuarenta minutos, pero me sobraba tiempo.

+¡Claro que te sobraba tiempo!¡Tu en casa en el espejo y yo aqui escuchando las batallitas de Enrique VIII! ¡Valla gracia! - las dos reimos y Stacy nos mira con odio. Está a punto de arrancarse el pelo y so me gusta. Me gusta mucho.

Toca la campana. Ahora toca matemáticas y después recreo, dulce recreo. Seguimos hablando. Ahora la conversación va sobre nuestras casas. Ambas las describimos. Rápidamente nos damos cuenta de que no vivimos muy lejos. A una media hora andando. En realidad me gusta la idea de tener a una amiga cerca. El señor Jones entra y se hace el silencio. Las matemáticas son aburridas, las odio, pero hay que aguantar. La clase da comienzo. Un par de explicaciones complejas y después toca corregir la tarea.