Capítulo 8. Sí.

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¡Por fin es viernes maldita sea! Me levanto de la cama como una bala. La verdad es que no sé cómo he  conseguido levantarme, ya que ayer estuve hasta tarde leyendo el libro. Ya lo había leído pero es tan bonito que lo tenía que leer de nuevo. Me voy directa a la ducha. Mientras me ducho recuerdo a Liam andando y haciendo tonterías mientras se alejaba de mi casa... ¡qué mono! Me enjabono y me lavo el pelo rápido. Salgo ya vestida de mi cuarto, con unos pantalones oscuros con el talle alto y una camiseta negra alto corta y de tirantes anchos. Cuando bajo a la cocina me sorprende ver a mi madre en pijama, sin pintar y despeinada. A veces desayuna conmigo, pero siempre preparada para irse-

+¿Qué pasa mamá?¿Se acaba el mundo o qué? - a veces soy muy sarcástica, lo sé.

-¡Por fin he conseguido convencer a tu padre de que un día libre no va a matar a nadie! Bueno, está en el estudio, pero al menos sigue en pijama - las dos nos reímos. 

Nos quedamos en silencio unos minutos. Sostengo la taza de café caliente entre las manos, y no puedo evitar mirar por la ventana. Algo dentro de mi me pide que mire al grafitti cada minuto.

-¿Y eso exactamente qué es? - mi madre lo señala con la cabeza , mirándome y disimulando la sonrisa. Mi cara debe ser un cuadro porque sigue hablando tranquila - ¿a caso creías que no iba a verlo? Cariño está enfrente de la ventana de casa - su tono no es de reproche, si no de comprensión, de ternura.

+Ya, lo pensé ayer, pero evitar las conversaciones incómodas era mi prioridad...

-¿Quién ha sido?¿Tu... novio? - las miradas de mi madre me provocan risa. Quiere que no me sienta incómoda y al final me hace gracia.

+¿Novio yo? No, es solo un chico al que le gusto, uno de clase.

-¿Quién?

+Em... Liam.

-¿Liam Payne? - sabía que esto no podía acabar bien. Ya nada me hace gracia. Asiento tímidamente con la cabeza - ¿Crees que es buena idea? Me refiero después de...

+Ya - antes de que acabe la frase la corto - no hemos salido ni nada pero está intentándolo por todos los medios, además Liam no es como él.

- Bueno, tampoco te digo que tortures al chico... Si ha hecho eso es que le gustas mucho. Puedes darle una oportunidad y probar, y si ves que no, pues se lo dices y listo.

+Sí bueno, ya había pensado algo así... Ya veré. Llego tarde, luego te veo - me levanto, cojo la mochila, la doy un beso y me marcho. Lo que me faltaba, mi madre metida en esto ¡todo estupendo!

Me marcho hacia clase despacio. No llego tarde, al contrario, es bastante más pronto que de costumbre pero tenía que evitar el tema de cualquier manera. Intento andar despacio, pero aún así llego demasiado pronto. Entro en clase  y... nadie. Está vacía así que no me molesto en quitarme los cascos. Me siento en mi sitio, con los pies en la mesa a esperar que pase el tiempo. 

De reojo veo a alguien moviéndose, levanto la vista para ver quién es y es él. Me quito los cascos rápido para poder hablar con él.

-Creo que alguien le gusta la literatura clásica... 

+No te pases machote, simplemente fue un bueno regalo,

-Lo habré leído al menos dos veces.

+Nenaza - levanto la vista del móvil y me río.

-"¡Silencio!¿Qué resplandor se abre paso a través de aquella ventana?¡Es el oriente, y Julieta es sol!¡Surge esplendente del sol, y mata a la envidiosa luna, lánguida y pálida de sentimiento porque yú, su doncella, la has aventajado en hermosura!" Venga ya, la escena del balcón es preciosa y lo sabes - se lo sabe de memoria, maldita sea ¿qué le pasa a este chico?

En El Momento Perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora