Capítulo 16. Navidades en pareja

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Poniéndonos al día de la situación diré que es sábado y que solo nos queda un examen. De momento he aprobado todo excepto historia (lo siento pero soy incapaz de escuchar a Mr. Potter diez minutos seguidos, aunque estoy trabajando en ello, lo aseguro.) ¡No me lo puedo creer! Yo aprobándolo todo, ¿de qué va todo esto? Por su parte Liam sigue en su línea, aunque no tiene notas tan brillantes como en cursos anteriores. Sólo espero que no sea por mi culpa... Tampoco me parece bien que llegue yo y de repente lo apruebe todo y el baje sus notas por estar pendiente de mí. Bueno, que bajar sus notas significa que en vez de sacar seis matriculas y tres sobresalientes solo saca dos matrículas y siete sobresalientes, tampoco hay una diferencia enorme... El tan listo y yo tan torpe... Qué lástima. Pero bueno, por una parte me voy a concentrar en alegrarme por mí misma y de ser feliz con el esfuerzo. De hecho, he sacado dos sobresalientes esta evaluación y me siento a gusto conmigo misma la verdad. Es más de lo que podría haber esperado, y todo gracias a él, que se ha quedado tarde y tardes conmigo intentando que entendiera las cosas y ayudándome a estudiar. Es simplemente genial. Y como es tan genial, hemos quedado esta tarde. Tampoco sé que vamos a hacer, siempre mantiene estas cosas en secreto, en plan romántico.

Por la mañana tengo que hacer algunos recados e ir encargando cosas para la fiesta. Sí, al final hay fiesta de noche vieja en mi casa. Si ya me iban a decir que sí, con estas notazas es imposible que me digan que no. Además, así mis padres se marchan de viaje de pareja un par de días, porque lo necesitan.

Me levanto y bajo a desayunar. No hay nadie en la casa. Tendrán una reunión o alguna cosa de esas suyas. Qué asco de empresa, qué asco de arquitectura y qué asco de trabajo. Espero que ninguno de mis padres esperen que siga sus pasos porque no lo haría no loca. Acabo de desayunar y subo a vestirme. Abro el armario y cojo lo primero que encuentro. Para esto no necesito arreglarme mucho. Me hago una coleta, me pongo las gafas y tras coger el abrigo salgo de casa. Voy en dirección derecha y paso por la tienda de comidas preparadas. Entro para encargar aperitivos para la fiesta y salgo rápido. Giro un par de calles y entro por una estrecha, en el portal número dieciséis. Subo al tercer piso y llamo a la puerta B. Una mujer bajita de pelo blanco y con gafas me abre la puerta.

-¡Lily!

-¡Hola abuela!

-¿Qué tal cariño? Pasa, pasa - entro en el salón y me siento en el sofá grande, con esa tela de flores que me recuerda a cuando era pequeña y pasaba aquí las tardes.

-Muy bien. Tenía que hacer unas cosas por aquí y he pensado en pasara verte.

-Me alegro muchísimo de verte cielo. ¿Quieres una madalena?

-Mmmm vale - sale del salón pero no para de hablar, cualidad bastante normal en mi abuela - Bueno, he venido a decirte que ¡he aprobado todo! Bueno, menos una pero bueno...

-¡Ay mi chica!¡Enhorabuena! No sabes cuánto me alegro. Y ese cambio ¿a qué se debe?

-Bueno, tengo nuevos amigos y hay... un chico.

-Uhh ¿y cuándo pretendías presentarle a ese chico tan majo a tu abuela?

-Tranquila, llevamos poco tiempo juntos, no hay que precipitarse.

-Pues espero que se parezca al que tenías antes porque aunque tenía demasiados tatuajes, Harry era muy guapo Lily.

-¡ABUELA POR DIOS!

-¿Qué? Es verdad.

-Sí, era muy guapo, pero era idiota y eso no es bueno.

-Vale, vale, está bien. Pero ¿cómo es?

-Pues es muy guapo, es educado, simpático con todo el mundo, responsable, inteligente... Es genial.

-Uhhh muy bien lo pintas pero hasta que yo no le conozca no hay aprobación posible - se rie y me pellizca la mejilla - Y ¿de qué le conoces?

En El Momento Perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora