Capítulo 14. Nuevo grupo.

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Sábado, queridísimo sábado. Lo conseguí, he montado la mejor quedada de la historia, si de aquí no sale un nuevo grupo y empezamos a ser verdaderos amigos, ya no sé qué más hacer. Pero no, tengo verdaderas esperanzas en esto.

He conseguido juntar a Maggi, Louis, Kate, Zayn, Logan, Jennifer, Niall, Steve, Andy, Liam y yo. Un grupo genial. La mayoría no se conocen entre ellos y eso va a ser lo mejor. Cuando todo el mundo se conoce a la vez se hacen más amigos. O eso creo yo. No he preparado nada en especial, solo dejaremos que las cosas sigan su curso. Eso sí, por la mañana he quedado con Maggi y Kate para que se conozcan y hace una ¡mañana de chicas! Podríamos ser un gran grupito de amigas. Seguro que se caen genial. Con los demás hemos quedado a las cuatro en Trafalgar Square así que vamos a pasar la mañana en casa de Maggi, que pilla más cerca.

Me levanto de la cama rápidamente y bajo las escaleras. Ayer cené muy pronto y ahora, me he levantado con hambre. No puedo comer mucho, porque hemos quedado en desayunar allí, para ser más exacta, dije que haría tortitas caseras. Al llegar al salón veo una figura que se pone el abrigo y se dispone a salir.

-¿Papá? – me restriego los ojos, aún con legañas, marca de que me acabo de levantar.

-Ehh, hola Lily, me voy a la oficina porque tengo que… cerrar unos asuntos.

-Emm vale – Esto es muy raro. Sería absurdo decir que los sábados no trabajan, porque mis padres no descansan nunca, pero es verdad que la mayoría de los sábados, a no ser que sea algo muy importante, se van después de comer. Estas horas de salir y esas formas, así a  escondidas… Y sin mi madre. No sé, me huelo algo raro. A saber. Puede que haya quedado con esos amigos suyos con los que se va de “fin de semana de hombres”. Parece interesante, pero en realidad son un grupo de seis amigos del instituto que se van tres días a una cabaña a las afueras a beber cerveza, ver futbol y jugar a los dardos. Supongo que será eso, lo suelen hacer una vez al mes o así – Adiós.

-Hasta luego nena – se marcha rápido cerrando la puerta. Yo abro la nevera y me como un trozo de jamón de york acompañado con un zumo, lo mínimo para dejar de tener hambre.

Me voy a vestir rápido, a las once y media he quedado con Kate. Leggins negros, jersey rosa pastel, botas marrones y la parca color militar. Me hago una coleta alta, dejándome algo de flequillo y me pongo las gafas. Voy poco arreglada, la verdad, pero para un día así, tampoco me hace falta nada especial. Subo al despacho a despedirme de mi madre.

-Mamá, me voy ya. ¿Necesitas algo?

-No, tranquila. ¿Coméis todos juntos o vuelves?

-No, como con las chicas y cenamos todos. Vendré algo tarde, ya sabes, las cenas con mucha gente se alargan.

-Vale, pero no tardes mucho. Por cierto, ¿tu padre se ha ido ya?

-Sí, hace una media hora. Me ha dicho que tenía algo que hacer en la oficina y que luego irías tú – asiente despacio mientras mira al escritorio – Bueno, me voy que llego tarde – me acerco a darle un beso – Te quiero – salgo del despacho y voy a la cocina. En una bolsa meto todos los ingredientes necesarios para las tortitas, cojo el bolso y salgo de casa hacia la hamburguesería. La bolsa pesa un poco, pero he cogido todo lo necesario. Supongo que Maggi tendrá aceite en casa, pero bueno, por si acaso.

Estoy segura de que vamos a pasar una tarde estupenda. No sé qué vamos a hacer por la tarde, pero seguro que a los chicos se les ocurre algo interesante que hacer, tienen mucha imaginación. Voy andando por la acera, el día está muy nuboso. Hace bastante aire y no hay nada de luz, es más, creo que va a llover en poco tiempo.  Hace bastante frío, pero bueno, da igual, en cuanto nos pongamos  hacer algo se nos pasa y nos olvidamos del tiempo. Llego a la puerta del portal de Mary y Kate ya m está esperando abajo, con una bolsa en la mano.

En El Momento Perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora