Capítulo 7. El segundo redoble.

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¡Bip, bip, bip! La alarma suena. Abro los ojos y lo primero que veo es la camiseta. El "12" reposa sobre la silla del escritorio. La miro y me río. Me acaba de alegrar la mañana. Me levanto de la cama y me pongo la camiseta. Me miro en el espejo, me queda algo grande. Me llega hasta la mitad de los muslos, pero me recuerda a él, y eso me gusta. Es una sensación rara la de pensar que me gusta, además, yo misma me sorprendo mirándole o pensando en él a cada minuto. ¿Eso es bueno?¿Es malo? No lo sé, pero cada vez estoy más dispuesta a averiguarlo.

Me meto en la ducha. El agua caliente recorre mi cuerpo mientras canturreo con el bote de champú como micrófono. Cualquiera que me viera se reiría de mí.

Hoy nos toca gimnasia, asi que me pongo un chándal gris, con una camiseta rosa y unas deportivas altas, también rosas. No soy de esas chicas a las que no les gusta la ropa deportiva, al contrario, me parece bonita y favorecedora. Por un momento he pensado en ponerme la camiseta de Liam, pero aún no es el momento, hay que darle tiempo.

Voy un poco tarde, asi que hago el café, lo hecho en un vaso para tirar, cojo una magdalena y salgo rápido de casa. Vuelvo a sonreír con el solo hecho de mirar al rio. Un momento ¿y si esto no sale bien y tengo que ver el grafitti de Liam cada día? Me estoy agobiando... La felicidad desaparece. No, no puedo dejar que algo así me afecte. Si desde el primer momento estoy pensando en lo que puede salir mal no voy a poder seguir.

Ando por las calles de Londres, no hay ningún lugar en el mundo que me guste más que mi ciudad. Es simplemente perfecta... Aprieto un poco el paso o llegaré tarde.

Temidas matemáticas a primera hora. Aburrimiento total.

-¿Qué tal ayer con Logan? - la sonrisa de Maggi me da la bienvenida a la clase.

+¡Genial! Hablamos mucho y eso... Había que ponerse al día - las dos reímos, sacamos los libros y seguimos hablando.

-¿Y Liam qué?¿Hablasteis ayer?

+La verdad es que no... Llegué, lavé la camiseta, pedí una pizza y me fui a la cama. Esta cansada.

El señor Jones entra y la clase queda en silencio.

--Chicos ¡sacamos los libros! Tenemos que terminar el tema y en un par de semanas examen, asi que, ir preparándolo ¿vale? Página 45. - puff ¿exámen? no, no, no... Ahora no puedo estudiar, estoy demasiado distraída...

Intento atender pero mis pensamientos divagan entre unas cosas y otras, sin pensar en nada, pero pensando en todo... Me vibra el bolsillo.

*LIAM*

"Creía que te pondrías la camiseta... :( "

"¿A caso creías que yo era tan fácil? "

"Para nada... Eres demasiado complicada..."

"No demasiado, simplemente lo justo. Si no perderías el interés..."

Liam saca para contestarme, Mr. Jones le mira:

--Liam, ¿resultado de la ecuación? - ¡ah! no lo va a saber y le van a castigar por mi culpa.

-Eh... - mira al papel de su mesa - no puede resolverse.

--Bien hecho Liam, apúntate un positivo - ¿cómo lo ha hecho? Solo ha mirado un momento al papel y lo tenía... Increíble...

"Empollón, eso es lo que eres"

"No demasiado, simplemente lo justo, sino, perderías el interés... jajajajajaja"

Me acaba de responder lo mismo que yo antes a él... Levanto la vista de la pantalla y la detengo en él. Sus ojos se quedan clavados en los míos, mientras sonreímos, como si no hubiera nadie alrededor.

En El Momento Perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora