Capítulo XVI

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- ¡Mañana es Noche Buena! – Grita Andrea.

- ¿Nooo? ¿En serio? – Digo.

- Descubriste América Andrea ¡Sigue así hijita!

Guliana le da tres palmaditas en la cabeza, a manera de felicitación. Riendo, Andrea le da un leve manotón.

- ¿A dónde se fue la felicidad, loca? – Dice Paula – De pequeña, contaba los días hasta que llegara 24 y ¿ahora? ¡Nada!

- Esa felicidad se fue junto con todos nuestros sueños e ilusiones de niña tonta. – Contesta la no italiana - ¿Quieren más coca cola?

- Yo sí – Replico.

Hoy ha sido la fiesta de navidad en el colegio, que básicamente, consiste en ir lo mejor vestida, tomarse fotos como taradas, intercambiar regalos y comer lo que las chicas del curso han llevado. Una misa larga, nada de baile, nada de muchachos ajenos al colegio y aburrimiento total, así son las fiestas en un colegio católico. Sin embargo, hemos continuado la celebración...

Andrea, Paula y yo estamos en la casa de Guliana celebrando nuestra propia fiesta de navidad. Todas estamos con nuestras mejores galas, en otras palabras, con la ropa nueva que se supone deberíamos estrenar mañana.

La mamá de Guliana, la Sra. Julia, es un encanto. Nosotras le caemos bien y siempre nos recibe con cariño... y con unas cuantas botellas de cocteles, como sabe que nos gusta. Por el momento estamos en el comedor, comiendo los bombones que mi amigo secreto me ha regalado hoy y tomando cola con un líquido transparente que definitivamente sabe y huele a alcohol.

- ¿Y qué van a hacer mañana con sus familias? – Pregunta Paula.

- ¿Qué más se va a hacer? – Dice Andrea – Sentarse como una tonta bien maquillada a esperar que sirvan la comida.

Su comentario realista nos hace carcajear.

- ¡Es verdad! Ya ni regalos nos dan.

- Ni siquiera carbón, para hacer un asado.

- Yo voy a viajar a la Sierra. – Guliana come otro bombón – Les mandaré un mensaje diciéndoles ¡Feliz y aburrida navidad!

- ¿Y tú Alida?

Bebo lo último del trago que hay en mi vaso, haciendo una mala cara.

- Mi madre, mi abuela y yo la pasaremos con la familia de Adam.

- Oh, qué bonito. – Andrea sonríe y me guiña un ojo.

Las otras la imitan y rápidamente tengo tres pares de ojos mirándome.

- Ya cásate loca y así tenemos fiesta.

- Creo que deberías dejar de tomar Paula – Digo riendo.

- Bueno... – Andrea carraspea, bebe de una su vaso y se pone de pie, golpeando la mesa con sus palmas – Esto está muy hablado ¡A bailar!

El resto de la tarde nos la pasamos haciendo videos con mi celular, videos donde salimos bailando como poseídas, haciendo caer a Andrea e incluso cómo ella termina mareada y vomitando en las plantas de la Sra. Julia.

Todo es risas y diversión hasta que notamos que Andrea está realmente ebria. Guliana me hace señas en dirección a la churrona quien, al parecer, está peleando con uno de los cuadros de la casa. Paula nota nuestras miradas y se une a nosotras.

- Yo la veo mal.

- ¿En serio Paula? No nos habíamos fijado.

– Guliana es la reina del sarcasmo, en serio – Replico - ¿Quién la va a venir a recoger?

La vida de AlidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora