Capítulo XXV

35 4 0
                                    

¡Un día más, otro capítulo más!

Y este es muy importante :) no digo más y ¡Disfruten!


***

No sé dónde estoy, no reconozco las calles ni a las personas quienes me ignoran y continúan con su camino. Las dejo atrás mientras sigo con mi correr. Ingreso a un enorme edificio con muchas ventanas y continúo avanzando hasta detenerme frente a una puerta. De repente, ésta se abre dando paso a una persona usando un llamativo abrigo verde. Pasa a mi lado murmurándome: "El cuarto número 13".

- ¿Cómo dijo?

- Ve al 13.

- ¿Dónde está mi abuela?

La escena se distorsiona, llevándose partes de la visión... No, no ahora.


- ¡¿Qué hiciste qué?!


Aún en el sueño, salgo hacia un largo pasillo. Camino buscando un número: 13.


- Lo hice por ti Elsa.

- ¡Estás loca! ¿Cómo-o pudiste...?

- ¿Alida?

Al despertar me topo con la camiseta de Adam. Me alejo asustada al escuchar los gritos.

- Oye Alida... - Susurra, apretando su brazo en torno a mis hombros - ¿Estás bien?

- ¿Por qué... gritan?

Me doy cuenta que estoy recostada sobre el mismo sofá donde fui atacada, no recuerdo cómo llegué aquí, lo último que sé es que estaba en el comedor con un intenso dolor de cabeza. Llevo mi mano a mi frente y masajeo intentando calmar las punzadas.

Miro a mi madre y a mi abuela. Ambas está alejadas de nosotros hablando entre sí en el comedor, mi madre está de pie, furiosa y mi abuela está... ¿Está llorando?

- ¿Qué está pasando? – Pregunto al mismo tiempo que me reincorporo en el sofá – Adam ¿Qué pasó?

- Espera Alida, vamos a tu cuarto par...

- No. – Me pongo de pie a pesar de la resistencia que él impone - ¿Mamá? – Llamo - ¿Qué pasa? ¿Por qué... gritas?

Ninguna de las dos me mira. Mi madre me da la espalda y mi abuela baja la cabeza, con sus manos cubriendo sus ojos. Mi corazón se estrangula al ver los temblores que el llanto provoca en mi abuela.

- Alida vete a tu cuarto. – Habla mi madre.

Mi respiración se detiene al escucharla hablar. Su tono es... distante y furioso.

- Pero... ¿Qué pasó? No entiendo nada.

- Alida... - Adam se detiene detrás de mí – Te desmayaste.

- ¿Ah? – Me giro a él - ¿Por... Por cuánto tiempo?

- Como una hora. – Miro sus ojos y los noto extraños – Vamos a tu cuarto.

- Llévatela Adam por favor.

La voz de mi abuela... Por Dios ¿Qué pasó?

Camino hacia ella y me agacho. Cuando la toco, ella se aleja de mí aún sin dirigirme una mirada.

La vida de AlidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora