¡Hola! :D
Les traigo un nuevo capítulo que está larguito, me he esmerado escribiéndolo y como siempre digo: espero que lo disfruten :)
Gracias a los que leen mi historia y están pendientes de las actualizaciones :')
***
Miro el reloj de la sala y bostezo.
Ya son las diez de la noche y aún continuamos en la sala. Adam y yo hemos contado todo lo que ha pasado en las últimas horas, han ocurrido tantos eventos que parece que hubieran tenido lugar en varios días pero, no. No es así, apenas hace como tres horas que Adam se enteró de mi vida completa y ahora, mi abuela y mi madre nos aconsejan sobre espiritismo.
Si yo estoy así de alterada por los eventos recientes, no quiero imaginarme cómo estará mi novio. Aparentemente está tranquilo y serio, pero esa fachada no me convence. Cómo quisiera poder leer mentes también...
- Y yo que pensaba que este problema ya había acabado...
Mi madre se cruza de brazos y se reclina en el mueble, llevando un rostro atareado.
- Me molesta mucho que fueras con María – Mi abuela me mira enojada y se pone en pie - ¿Qué había dicho Alida? ¡No quiero que la veas más!
- Pero abuela ella puede ayudarnos.
- ¡Tu madre y yo también! – Grita.
Siento a Adam tensarse a mi lado, conmocionado por el comportamiento de mi abuela. Debería sentirme del mismo modo que él, pero en lugar sentirme temerosa, estoy enojada.
- ¿Por qué? – Pregunto con los dientes apretados - ¿Por qué ya no quieres que hable con ella?
- ¡Porque es una orden!
Bufo, realmente enojada.
- ¡Qué buen argumento!
- Ya, por favor. – Murmura mi madre pero tanto mi abuela como yo la ignoramos.
- Dime qué fue lo malo que hizo María – Miro a mi abuela pero permanece callada - ¿Ves? ¡No me dices nada! ¿Fue solo porque sugirió que habíamos hecho brujería?
- ¿Brujería? – Pregunta Adam.
- ¡Cállate Alida! No seas insolente.
- ¡¿Por qué te pones así?!
- Alida... - Adam me toma por el brazo – Cálmate ya.
Estoy a punto de darle un manotazo para mostrarle lo calmada que estoy, pero sus ojos asustados me frenan de hacerlo. Asiento y me arrimo a él para tomar su mano y usarla como esas bolitas para el estrés. La aprieto y la suelto y repito la acción varias veces. Si a Adam le dolió, no me lo hizo notar.
- Hablaremos de esto otro día – Dice mi madre – Adam, no sé qué decirte por... todo esto que te está pasando.
- No se preocupe señora.
- Alida despídete, ya debemos dormir.
Mi madre se va y tras ella camina mi abuela en silencio. No se ha despedido de nosotros, claramente resentida por la pequeña pelea.
Pues bien, no me importa.
En cuanto ambas desaparecen, la tensión se va. Finalmente puedo relajar mi cuerpo y calmar el palpitar de mi cabeza. Volteo a ver a Adam y lo encuentro sonriéndome.
- ¿Tienes instintos suicidas? ¿Por qué le hablaste así a tu abuela?
Suelto una risa nerviosa.
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La vida de Alida
Mystery / ThrillerAlida Stone puede ver el futuro en sueños desde muy pequeña, un gran don que ha sabido controlar con ayuda de su madre y abuela. Pero al llegar a la adolescencia sus sueños cambian al igual que ella. Ya no son sueños premonitorios, ahora en sus sueñ...