43. Obsesión.

653 24 0
                                    

Dos semanas después.

Estaba en mi última hora de clase con un mal humor. Había discutido con Eric fuertemente, resulta que estaba frente a mi puerta esperando a que bajara para llevarme a la escuela, lo cual yo le había dicho claramente que no tenía necesidad de hacerlo. Se retiró a su casa totalmente enfurecido, azotando la puerta después de gritarnos en media mañana. Estás últimas semanas han sido verdaderamente irritantes, he discutido con Eric más de lo normal, sin ninguna razón realmente concreta ya que no somos absolutamente nada. Logan no responde mis mensajes tan rápido como antes y comienzo a sospechar que algo se trae entre manos o ya sea que se esté olvidando de mí… Alguna de esas dos opciones. Todo está tan diferente ahora, James y él siempre están juntos ya que trabajan juntos y al parecer no les incomoda estar tanto tiempo en un lugar, y lo sé… Porque las veces que hablo con Logan, él… Está ahí, con él y absolutamente todo esto comienzo a superarlo, ya ha pasado casi medio año. Sería totalmente ridículo si aún le llorara, aunque la verdad… Ya no siento la necesidad de llorarle como antes, como todos los días… Comienzo a superarlo.

Salí de mis clases y caminé lentamente hasta la puerta de salida, esperando que no estuviera ahí Eric como en la mañana. Efectivamente estaba su auto estacionado, con él dentro. Puse mis ojos en blanco y caminé rápidamente del lado contrario, escuché que la puerta de un auto se cerró fuertemente y pasos cerca de mí. Ahora que ya no tenía el yeso en mi brazo izquierdo, si quisiera llevarme a la fuerza podría empujarlo. Trataba de caminar lo más rápido que podía y sin embargo sentía sus pasos cada vez más cerca. Me tomaron fuertemente de mi muñeca derecha y al voltearme vi el rostro de Eric totalmente cambiado, era un Eric totalmente diferente. Me acercó a él de un jalón y mi corazón comenzaba a agitarse rápidamente.

-Solamente sube al auto.

-Hoy no pienso llegar a casa después de clases –Mentí, tratando de zafarme-. Lo siento.

-Cariño… Por favor, he dicho que subas al auto –Caminó entrelazando su mano con la mía, con una fuerza increíble-. Sube.

-Me estás lastimando… -Susurré.

-Que subas por un carajo.

Mis labios hicieron una línea recta y subí completamente asustada, ¿Por qué demonios se está comportando de esta manera? Me removí incomoda en mi asiento, esperando a que él subiera del otro lado y cuando lo hizo me miró fijamente por unos segundos para después tomar mi mano una vez más y posar la vista hacia el frente. Quería preguntarle el por qué hacía esto, porque actuaba de esta manera pero sentía ese miedo invadirme cada rincón profundo de mi cuerpo.

-¿Cómo estás, linda? –Me preguntó, con una gran sonrisa en sus labios.

-Hmm, bien –sonreí forzadamente-. Oye, querido… -¿A dónde se supone que vamos?

-Tú y tus preguntas –Rio bajito-. A tu casa.

-Pero en casa no hay nadie, y no estaría bien que mamá llegase de repente y…

-Cielo… -cerró los ojos torciendo la boca mientras que yo… Quería salir corriendo-. He dicho que a tu casa.

Fruncí el ceño-. Y yo te he dicho que a mi casa no, entiende.

-¿Acaso no quieres estar en tu casa conmigo? –Me miró con sus ojos realmente abiertos-. ¡Respóndeme!

-¡Hay otros lugares donde podemos estar juntos! –Grité cruzándome de brazos, mientras que él aceleró considerablemente el auto-. ¡Baja la velocidad!

I'm Just Like YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora