No decía ninguna palabra al igual que él. Trataba de encontrarme algo interesante en las manos para así poder distraerme mientras alguno de los dos decía alguna palabra. Levantó su mirada y luego se levantó de mi lado, para sentarse en el suelo y observarme desde abajo. Demonios… Todo esto es tan difícil por el simple hecho de que lo sigo queriendo. Solté uno de los muchos suspiros y lo notó de inmediato.
-¿Qué te pasa?
-Nada importante.
-¿De verdad? –Asiento y él llena su pecho con una gran inhalada.
“¿Y por qué no me ruegas? Hazlo, por favor.”
Sonrió a penas y otro silencio incómodo.
-¿No tienes sueño? –Le pregunto, tratando de romper el hielo.
-Sí, pero ahora lo de menos es dormir.
-¿A qué te refieres?
-No me quedaré mucho tiempo aquí.
Miro el reloj de pared e indican que ya será media noche. No le digo absolutamente nada, ya que quisiera que se quedara en casa lo cual es ridículo. Mi papá no tarda en llegar y el sigue aquí. Mamá baja las escaleras y nos observa asombrados, camina hacia dónde estamos y por dentro estoy deseando que lo invite a dormir.
-¿Piensas quedarte a dormir o que James? –Le pregunta, lo cual me ruborizo. Sonó totalmente inapropiado de su parte.
-Mamá… No lo eches –Le digo, frunciendo el ceño.
-Oh no… No me mal interpreten, no lo hecho de casa. Solamente tengo curiosidad, es tarde y no está bien que se vaya caminando hasta el hotel, ¿Esta retirado? –Ambas miramos a James, el cual sigue sentado en el suelo.
-No, de hecho está a tres cuadras de aquí –Se encoje de hombros y reprimo una sonrisa en mi interior.
-¿No deseas quedarte a dormir? El papá de Annet salió del estado y no llegará hasta en dos días más. Es tu decisión si decides quedarte, cielo –Enseña una sonrisa y bajo la mirada-. Como tú quieras, es tarde y puede pasarte algo.
-Hmm –Levanta la mirada y me encuentro con sus ojos-. ¿Quieres que me quede?
-Ah… Yo… -Me encojo de hombros, tratando de evitar que mis mejillas se tornen a un color rosado. Una de esas veces donde quiero decir sí, pero debo decir no-. Sí, quédate.
Mamá sonríe y asiente levemente-. De acuerdo, bajaré algunas sabanas del armario para hacer una pequeña cama en el suelo y ya después decidirán donde dormir ¿Bien? No se tarden en subir.
-Gracias mamá, no tardaremos –Le digo, mientras la veo subir por las escaleras.
Devuelvo mi mirada hacia James, el cual tiene una sonrisa de oreja a oreja.