6. Nuestro taller: cocina.

783 30 1
                                    

-¡Dije que dejarás de abrazarme! –Me dijo James, yo me quite-. Gracias.

-Lo siento –sonreí nerviosa-. ¿Qué te hizo venir hasta aquí?

-No lo sé, igual será la última vez que lo haga.

-Está bien yo… me siento feliz ahora –él se levantó-. ¿A dónde vas?

-Acaba de tocar el timbre ¿No escuchas? Me voy a clases.

-Oh si… espérame ya voy.

Me levanté guardando mis cosas lo más rápido que podía para que James no me dejara sola, me alegra que haya venido a pedirme perdón… de alguna manera sé que le importo un poco ahora, o al menos eso espero. Cuando al fin lo alcancé iba caminando a su lado, lo observé durante unos minutos, observaba ese rostro el cual tenía el ceño fruncido como de costumbre. Comenzaba a imaginarme cosas absurdas y una de ellas era ¿Cómo me vería con James tomada de la mano? ¿Cómo sería escuchar un te quiero de su parte? Quizás nunca logre saberlo. Mirarlo provocaba cierto tipo de mariposas en mi estómago, eso era malo… muy malo. Entre junto a su lado a una de nuestras ultimas clases, hoy escogeríamos nuestro taller extra y sinceramente… no tenía idea de lo que escogería. James tomó el mismo asiento de siempre al igual que yo.

-Oye James… -susurré.

-¿Qué?

-¿Nunca te ha pasado que se te atora la semilla del limón?

-…

-¿No?

-¿A qué se debe esa pregunta tan tonta?

-Siempre me pasa –apoye mi muñeca en mi barbilla-. Es raro… a veces solamente quisiera ponerlo en mi comida sin que caigan las semillas.

-…

-Está bien ya me callo.

-Gracias  a Dios.

Lo miré por unos momentos, seria. Él era un total complicado y yo una total estúpida. El profesor llegó con una carpeta consigo y nos miró a cada uno de nosotros.

-Buenas casi tardes jóvenes –saludo-. Tengo aquí los talleres que quieran escoger, le preguntaré a cada uno de ustedes.

Y así era, él comenzó a preguntar hasta que llegó el turno de James. Después de él seguiría yo… estaba nerviosa.

-¿James? ¿Cuál escogerás? –preguntó.

-Cocina –respondió.

-¿Annie? –volvió a preguntar.

-¿Sí?

-Te toca a ti decirme que taller escogerás.

-Mmm… -miré  a James-. Cocina –sonreí.

Rodó los ojos y recargó su cabeza en el respaldo de su asiento, creo que lo estaba agobiando sin querer.

-Bien, los chicos de cocina vengan por aquí- ordenó una señorita con un mandil.

James y yo acompañados de algunos compañeros más tomamos nuestras mochilas para dirigirnos a un cierto tipo de salón más grande que de costumbre. Ahí había hornos y muchos ingredientes para hacer comida.

I'm Just Like YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora