Solo diré dos palabras… Estoy confundido. Ahora que no hemos peleado… se sentía bien estar con ella y realmente esperaba más días así. Pero yo amo y amé a mi novia desde el momento en que la conocí y la conozco bastante bien, sé que nunca me haría nada malo. Y en cambio Annet… No es de aquí y algún momento tendrá que regresar a su país ¿Qué se supone que tenía que hacer? ¿Dejar a mi novia? O ¿Intentar algo con esta niña?
No vimos la película, eso se los puedo asegurar. Al salir, ella se levantó sin siquiera mirarme con sus brazos cruzados.
-¿Qué te pasa por que caminas tan rápido?
-Es que… Me siento extraña –rio bajito-. Tú me entiendes.
-No –reí-. No te entiendo, ¿Qué te pasa?
-Esto no está bien –se giró, para mirarme a los ojos y caminar hacia mí-. Yo no soy así… ¿Sabes?
-…
-Y no me siento a gusto, tengo que decírtelo.
-¿Quieres dejar todo esto aquí?
-Es que… ¿Qué se supone que somos? No somos nada, ni siquiera amigos con beneficios ¿Qué quieres dejar hasta aquí si no hay nada? Solo hay un vacío.
-Niña…
-Te quiero, solo por eso resisto esto.
Suspiré-. Yo te dije que podrías salir lastimada y no te importó.
-Realmente espero que algún día puedas sentir algo hacia mí, es por eso que acepté.
Es ahora cuando debo de preguntarme ¿Está bien todo esto? Joder…
-Annie… ¿No te gusta esto?
-¿Qué cosa?
-Esto… salir, besarnos, estar juntos.
-Me encanta –susurró-. Pero esto no te daña a ti, si no a mí.
-¿Quieres… dejar esto así?
-No –bajó la mirada.
-Yo tampoco quiero –caminé hacia ella-. ¿Podemos olvidar esto? Solo hay que dejar que las cosas sucedan.
-¿Qué pasa si soy la única que siente esto hacia ti? ¿Acaso eso es bueno?
-Quizás no sea bueno… Pero, oh vamos… No sé, haz lo que quieras –Tomé su mano para dirigirnos hasta el auto-. Solamente lo que quieras decirme, hazlo. Si no quieres seguir... bien, y si no también. No estaré detrás de ti.
-¡¿Lo ves?! -Subí al auto, al igual que ella-. ¡Siempre pasa esto!
Annie-.
-¡¿Lo ves?! –Le pregunté con voz realmente fuerte-. ¡Siempre pasa esto! Nunca puedo decir lo que pienso sin que te molestes.
-Entonces, si sabes que me va a molestar ¡¿Por qué abres la boca?!
-Llévame a casa –le dije, mirando hacia la ventana.
-Es lo que iba a hacer. Yo te dije claramente que el día de hoy no quería discutir contigo, pero como siempre tienes que hacerme enojar.