44. ¿Qué? Buena broma.

594 25 0
                                    

James-.

-¿No puedes acompañarme entonces? –Le pregunté a Logan por teléfono mientras que terminaba de alistarme e ir a pagar el boleto de avión. Habíamos acordado que él me acompañaría pero creo que no será así.

-No podré, viejo. He discutido fuertemente con mamá y no me siento feliz… Estoy en una fuerte depresión.

-Y… -Carraspeé mi garganta ya que no estaba acostumbrado a hacer esto-. ¿Estás bien?

-No. Mis padres son homofóbicos ¿Sabes lo que es eso? ¿Cómo crees que eso me hace sentir?

-Oh… Lo… Lo lamento.

-No te preocupes, yo estaré bien. Recuerda que ya reserve tu habitación en Holliday Inn. Solamente falta que te presentes, compra un boleto de avión que no sea tan costoso. Recuerda que allá tienes que gastar en ella y no podrías si te das el lujo de ir cómodo –Reí bajito-. Seguiré trabajando para después mandarte el dinero para que después puedas regresarte con un vacío en el corazón o… Con ella de vuelta.

-Vaya, estas demasiado hablador para estar triste –Rio del otro lado de la línea-. Logan…

-¿Sí?

-Muchas gracias por todo.

-No hay de que… Sé cuánto te quiere, se lo merece.

-¿Y yo?

-Tú no, por idiota al principio. Aunque debo admitir que después ya no eras tan idiota como al principio, pero igual –Reí-. Nunca sabré cuanto la quieres, pero puedo apostar que es mucho para querer recuperarla.

-Cierra la boca, harás que vomite flores.

-Sería lindo, me envías una foto –Reí-. Cuando compres el boleto me avisas a qué horas saldrás a Los Ángeles ¿Bien? No importa si tengo que salir de casa en pijama con tal de que mis padres no me vean. Iniciamos esto juntos, lo terminamos juntos.

-Eres demasiado cursi…

-No me juzgues, en unos días más ya sabrás lo que se siente serlo.

-Yo lo fui…

-Quizás, con la persona equivocada.

-Sí ya sé, deja de recordármelo todo el tiempo.

-Solo es para recordarte lo que eras antes y ahora digas… Estuve equivocado.

-Nunca lo admitiré aunque me esté muriendo, ahora… Es momento de irme, ya quiero comprar el boleto.           

-Anda, ve con Dios –Reí-. Le he mandado una sorpresa a Annie, con tu nombre. Quizás ya recibió aquel obsequio, o puede que no.

-¡¿Qué hiciste qué?!

-No me culpes, tú jamás lo harías… Tenía que hacer algo.

-Estás deprimido y me confiesas cosas que no me dirás nunca, que inoportuno.

-¡Ya ve a comprar eso!

-¿Ya respondió alguna de tus llamadas?

-No y eso se me hace demasiado extraño, quizás salió de vacaciones.

-Quizás pero, ¿Dos días sin contestar?

I'm Just Like YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora