Capítulo Siete.

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Tecna se levantó temprano, y tras un baño ligero, salió de la habitación que compartía con la somnolienta hada de la música.

El salón comedor estaba generalmente vacío, a excepción de tres chicas que disfrutaban de sus pancakes y tostadas con mermelada de arándanos. En silencio se sentó en su sitio, tomó la taza de café y dio un sorbo. Necesitaba energías, era un día único, seria la primera prueba en el famoso simulador de Alfea.

— Guay, ¿Será cómo un videojuego de realidad virtual?— era la voz de la pelirroja de la otra mesa— Sería interesante ver que oponentes nos pondrán, ¿insectoides? ¿humanoides? ¿Saruman y su ejército de Uruk hai?

Las otras dos chicas rieron a carcajadas, Leona de Marigold arrebató de entre manos de la isiana un libro de cubierta gruesa, donde podía leerse en un extraño idioma que Tecna supo gracias a su traductor, «El señor de los anillos»

— ¿Te he dicho qué estás un poco loca?— Grace de Espero tomó el libro y leyó en voz alta una parte.

— ¿Qué es el Fuego Secreto?— Leona preguntó luego de un rato— ¿Y la llama de Anor?

— Tendrías que leer el Silmarillion para comprender el cómo Eru creo a los Ainur. Entender cómo con su llama imperecedera creó el mundo según la visión de la gran musica de los Ainur.

El salón comedor se llenó de un momento a otro de chicas, Flora junto a Musa se sentaron en un extremo, Stella junto a varias hadas que le seguían en otro, y Bloom seguía conversando con sus compañeras de apartamento de manera amena sobre la mitología del legendarium de un tío llamado Tolkien.

Tecna cómo siempre se mantenía al margen, su elevado cociente intelectual era un obstáculo para crear lazos con otras personas, su incapacidad de relacionarse si no había tecnicismos en el lenguaje le hacía incapaz de mantener una conversación normal...

— Hey, Tecna, ¿Revancha en Street Fighter mañana?

— Las probabilidades que en el juego número cincuenta logres ganarme son muy bajas, el porcentaje de éxito esta por debajo del 0.1%, pero si quieres que siga mostrando el porqué soy el hada de la tecnología...

— Luego de clases entonces.

*****

En la Tierra, Daphne terminó la sesión de fotos con una sonrisa, era un buen material para la campaña y lo único bueno, era que Como era un lugar bellísimo. El lago del mismo nombre tras el horizonte reflejaba las luces doradas del atardecer, y el equipo ya se hacia cargo de recoger las luces y los reflectores, mientras las pequeñas de no mas de cinco y seis años eran llevadas a quitarse los estorbosos vestidos de princesas, junto a las adultas en trajes de novia.

No pudo evitar reflejarse en la más pequeña, recordar su infancia en el palacio de Domino, antes de unirse a la hermandad, y conseguir el Sirenix, el enorme peso de la culpa le oprimía. Millones habían muerto, y en ocasiones, se sentía mal por haber sobrevivido. Pero sin ella en la vida de su querida y pelirroja hermana, quizá le habría obligado a recorrer un camino más duro, y quizá ya hubieran sabido su identidad, y ya le hubieran atacado, y sería una novata en la magia y le derrotarían fácilmente, y podrían ya haberle matado...

— Miller... abbiamo bisogno di raggiungere l'hotel...

— È tutto pronto?— preguntó, y el hombre asintió — Bene, Andiamo. E'stata una lunga giornata e Io vogliono solo a dormire... domani dove dobbiamo andare?

— Firenze.

— Firenze... penso che dopo la sessione ho intenzione di darmi un passaggio attraverso il Ponte Vecchio...— Daphne terminó de guardar su cámara, y subió a la van blanca — Che meraviglie, quasi sei anni dopo l'ultima volta per Firenze... sono eccitata...

Dragon's Daughters.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora