Dragon's Daughters.

Capítulo Nueve.

Tecna dio varias vueltas en la casa, algunos aparatos parecían sacados de un museo digno del pleistoceno (en Zenith obviamente estaban eones adelantados), eran tan...obsoletos, tan... carentes de actualización... ¿Como los humanos terrestres podían vivir en tales condiciones? Todo lo que se hacia manual le daba grima, ella provenía de una de las mas avanzadas civilizaciones en toda la dimensión encantada, Zenith, en la galaxia binaria... un lugar lleno de vida robótica, y avanzados sistemas de interfaz que hacían que un hada no necesitase ensuciar sus manos con comestibles o la colada, o cosas de ese estilo que sólo te hacen perder el tiempo, para eso existía la tecnología moderna.

Una mujer de cabello castaño oscuro le miraba intrigada, un hombre de cabello rubio parecía un poco molesto, y Bloom junto a Dryah reían a carcajadas al reproducir por quinta vez el vídeo del portal de noticias de It's Magix, donde Leona aparecía gritando a los múltiples asistentes, su opinión sobre los concursos de belleza.

Tecna conocía las verdaderas identidades de las dos, Daphne y Artemis, las mujeres mas poderosas de la dimensión, la primera, con un nivel de poder más allá del Enchantix, llamado Sirenix. La otra, un hada en entrenamiento que poseía el nivel mas avanzado del chantrix, el charmix... a palabras de la mayor, algún día tendría que ponerse en peligro para que Bloom adquiriera su Enchantix, ya que un hada no logra conseguir su verdadera forma sin hacer antes un sacrificio... pero ese día no parecía cercano, no antes de pasar por un exhaustivo entrenamiento.

— Entonces... básicamente me estáis diciendo que aceptasteis a una extraña, con una bebé, sin saber nada de ellas...¿solo por decirles que podían ser padres para la mocosa?...— Bloom alzó la vista desde la computadora miniatura, frunciendo el ceño— sin ofender, Arty.

— ¡Y por el destello!— saltó Mike desde su asiento— Luego de eso, supe que era el destino que nosotros jugáramos un papel en la vida de ambas. Fuimos amigos y mentores para Daphne en lo que le quedaba de vida como una adolescente, somos padres para Bloom, y jamás pensamos en alejarle de sus raíces. Ella es un hada, y se ha criado como una humana y tenido un entrenamiento como hada.

— Nuestra princesa tiene que saber defenderse... pero también evitar los problemas, hay cosas que no son problemas de ella y creemos que no es importante que se inmiscuya en cada uno de ellos, así sea protectora de la famosa llama del dragón. Es una niña.

Vanessa observó a las hermanas, con la única pregunta en mente... ¿Como rayos hacia Daphne para no aparentar la edad de treinta y dos años? Quizá la chica de Zenith supiera algo. Pero pasando de ello, miró a su hija, Bloom era una niña, se comportaba como una niña, y pensaba como una niña, era bueno que disfrutase de las maravillas que ambos mundos le ofrecían, pero igualmente que se evitara asumir un absurdo papel de salvadora, la humanidad era un ejemplo que no se necesitan salvadores, ni mártires, la gran mayoría que se dedican a esos papeles termina muriendo. Aunque sonara egoísta, ella solo debía perseguir la felicidad personal.

Un toque a la puerta le hizo levantarse, un chico de cabello oscuro y ojos violetas con unos lentes cuadrados preguntó por Bloom. Andy todavía no era bien recibido en el hogar de los Miller, el chico en su estupidez había hecho sufrir a su princesa. Cuando las peticiones de Andy empezaron a convertirse en lo mas cercano a una humillación, una voz cercana se escuchó.

— Está bien, hablaré con él— Bloom apareció y comenzó a caminar hasta una pequeña banca en el jardín, Andy le siguió, desde el interior lograba escucharse las peticiones del chico, los reclamos de la chica...

— Hey, mientras esperamos si Bloom decide perdonar al idiota, o botarlo de una buena vez... ¿Jugamos un juego de mesa?

Daphne llevaba en manos una larga caja, en letras blancas con fondo rojo salía el nombre del articulo, Monopolio. Tecna siguió a la ninfa, Vanessa se movió a la cocina para traer algunos bocadillos y soda. Mike actuaria como el banco, ya que casi nunca terminó de entender ese juego...