Llegar a Llyr. Si que sonaba muy fácil decirlo... o pensarlo en este caso, que lo único que podía con ahínco era centrarse en sus pensamientos, como motivación para seguir adelante. Pero era tan complicado cumplirlo.
Llegar a Llyr, llegar y preparar la contraofensiva, retomar y liberar Starhill...por lo menos, esas eran las ideas que Luna procesaba, mientras trataba de sostener el peso muerto del ex-especialista, y el propio, y mantenerse a flote, haciendo lo imposible movía sus piernas, nadando poco a poco, aprovechando el cambio de las corrientes.
El espíritu de supervivencia era algo que jamás dejaba de asombrarle.
A su lado, otras dos figuras se abrían paso en el agua que les rodeaba. Astrid ya había reaccionado, algo aturdida y sin coordinación al principio, y tras ubicarse, ayudaba a Nova a avanzar. Les necesitaba con fuerzas.
Gran Dragón, ¿Cómo todo puede cambiar en cuestión de horas? A esa misma hora el dia anterior había llegado a Starhill para discutir su abdicación, que Radius muy gentilmente denegó de nuevo, sólo para crisparle los nervios. Y sabía que lo hacía para que ella no lograse rehacer su vida junto a Allan.
«Nos han cogido por sorpresa, gracias a la sensación de seguridad que poseíamos. Hemos sido incautos».
Pero, a pesar de ello, sabía que podría salir de esa situación tan peliaguda. No había sobrevivido la Guerra contra las Ancestrales, por ser guapa y tener pelazo (que si lo era, y estaba bastante orgullosa de serlo, muchas gracias), sino, por su habilidad de lucha y estrategia.
¿Quién dice que una mujer no puede ser guapa, y al mismo tiempo, ser la peor pesadilla materializada para aquellos que se atreven a enfrentarla?
Luna casi lanza una carcajada ante ese tren de pensamientos. Celsius no sabía en que problemas se había metido, no sabía la ira que había despertado. Maldito incauto. Pero lo único que pudo forzar, fue una pequeña sonrisa. Ya habría tiempo de reír con gusto cuando ese inepto estuviera aplastado como el insecto que era.
— Hay una luminosidad — Nova, hada de la energía lumínica, señaló hacía atrás de ellos, entrecerrando los ojos, para luego posar la mano sobre la superficie del agua —. Temo que sea una nave de rastreo. Las luces que emergen siguen el patrón de una.
Luna frunció el ceño. Por una parte, podría tratarse de alguna nave de la fuerza naval apostada en el peñón que había entre las dos regiones, y que seguía la rutina de inspección en aguas colindantes entre Elekt y Sunguard. No que eso le brindara paz, no sabía si parte de la Armada estaba de parte de Celsius.
Por otra parte, podría ser una nave de rastreo de ese último, dándoles persecución. Cualquiera que fuera, aún no podía estar segura, y menos aún, en dos zonas que claramente estaban en contra de la corona actual.
— Puedo crear burbujas de oxígeno, pero no duran por mas de 5 minutos al ser 4— Astrid envió una mirada a la reina, pidiendo una disculpa por su falta de fortaleza.
— ¿Quiere decir, que por ti misma, dura 20 minutos? Que guay, para no ser un hada de agua, lo haces muy bien.
— Gracias Nova— la solari sonrió.
— Es mejor que nada. venga, Astrid, prisa, que nos pisan los talones.
Cuatro pequeños destellos, y la inmediata sensación de sumersión, viendo como los colores cambiaban en su visión, pasando de grises a oscuros, mientras buscaban un lugar en el que poder salir, dar una bocanada de aire, ver si podían usar nuevamente las burbujas y continuar el camino...todo ello, evitando las naves de rastreo que les seguían.
Luna estaba cabreada, y no hallaba el momento de estabilizar la situación. para hacer a Celsius pagar por todo lo que estaba haciendo. Su mano se torcía involuntaria ante ese pensamiento, ansiosa por hacer añicos al traidor.
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Dragon's Daughters.
FanfictionDomino, el reino mas poderoso de la Dimensión mágica, ha caído, gracias a la oscuridad de algunos seres de sombras, y la cobardía de un amigo. Pero, en medio de la desolación, resplandece la esperanza, gracias al sacrificio de una ninfa. Las hijas d...