Ryba 9

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Sin decir mas nada el se acerco a mi, me tomo en brazos y tumbo en la cama, se gano encima de mi y tímidamente, me dio un pequeño beso, fue muy tierno, no pude contener mi risa 

Ryba: ¿De que te ríes?

Ria: Ryba es muy tierno 

Ryba: No lo soy 

Apego su cuerpo mas al mio y comenzó a besarme nuevamente, primero lento y fueron haciéndose mas apasionados sus besos, nos miramos un instante, su mirada era suave y estaba ruborizado, lo abrace por los hombros y le bese, comenzó a tocar mi cuerpo suavemente y acomodo nuestros cuerpos, desabrocho mi blusa y comenzó a besar mi cuerpo, se sentía realmente cálido, mas amoroso y menos erótico que con el otro chico, nos besamos tal ves una media hora y nos acariciamos, hasta que el completamente sonrojado se detuvo y gano contra la pared

Ria: Ryba, ¿estas bien? 

Ryba: No...

Ria: ¿Que ocurre?, ¿te sientes mal? 

Ryba: Besar a una humana se siente completamente diferente 

Ria: ¿Diferente? 

Ryba: Si, se siente muy cálido y rico, yo no quería dejar de besarte y tocarte... tu piel es tan suave 

Ria: Pienso lo mismo, los besos de Ryba son muy ricos y tu piel es tan suave y huele bien 

Ryba: Estoy avergonzado 

Ria: Esta bien yo igual lo estoy, pero no es que nos hayamos obligado a eso 

Ryba: Estoy muy excitado igual, quiero tener sexo contigo, por eso no puedo mirarte a la cara ahora, cuando este mas tranquilo, te besare mas 

Ria: Pervertido

Ryba: ¿Que es eso?

Ria: Un hombre al que solo le gusta el sexo y piensa en eso casi todo el día 

Ryba: Yo no soy así! 

Ria: Lo se, lo se, estoy molestándote 

Ryba: Que cruel 

Ria: Lo siento

El era tan tierno, ocultando su rostro sonrojado contra la pared, estar con el calmaba todas mis ansiedades y miedos, lo abrace por la espalda, estaba caliente y se sentía bien, su corazón latía muy aprisa, se giro y me abrazo, acomodo mi cabeza en su hombro para que no pudiese ver su rostro, pero aun así sabia que el estaba completamente sonrojado, estuvimos así tal ves cerca de una hora, pero Ryba aun no podía estar muchas horas fuera del agua, así que volvió a casa, estaba cansada, muchas cosas habían pasado, así que me di un baño y fui a la cama, al otro día no podía ir donde Ryba tenia trabajo por hacer, así que aquel día no le vi. 

La mañana siguiente mi vecina me pregunto si podía acompañarle a la playa, sus pequeños hijos querían ir a jugar, pero estaba asustada de cuidar en el mar a tres niños pequeños, así que decidí acompañarle, ella cuidaba siempre de mi igual, así que si así podía retribuirle algo, estaba feliz. 

Llegamos a la playa y me puse a jugar con los niños en la orilla del mar, me preguntaba si desde este lado del mar Ryba podría sentirme, uno de los niños comenzó a nadar mar adentro, el oleaje en esa parte era muy fuerte y mientras corría hacia el, se hundió, sentía gritar a su madre y salte el mar, mi cuerpo era mas resistente al mar ahora y estaba segura que si buceaba como me había enseñado Ryba iba a poder sacarle, pero su cuerpo se estaba hundiendo rápidamente en el mar, no iba a alcanzar a llegar donde el y mi pecho ya dolía por la presión del agua, pero vi algo pasar, era un sirena, pero si no era Ryba eso era mas peligroso aun, vi cuando tomo al niño entre sus brazos y nada hasta mi... rojo oscuro, era el tritón de hace unos días, me miro y me tomo con su otro brazo por la cintura sin decir nada nado hasta aguas menos profundas, me soltó y cambio su apariencia.

-: ¡Rápido! hagan espacio, hay que reanimarlo 

Ria: Tranquila señora, le conozco el ayudara a su hijo 

RybaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora