Ryba 15

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Sus besos se volvieron cada vez mas apasionados pero no se sentía erótico, se sentía tierno, cálido, le abrace con mucha fuerza por el cuello y comencé a besarle yo, nos giramos y me senté encima de el, me quito el suéter, lo mire y el sonrió, se sentó y seguimos besándonos, pero cuando intercambiamos miradas entre caricias y abrazos, fue cuando todo se rompió, no pude contener mas mis lagrimas

Ria: Ryba, vamos a dejar de vernos por favor...

Ryba: ¿Porque insistes en eso?...

Ria: Hace 100 años atrás, una pareja humano-sirena se enamoraron, tu especie no los perdono, les siguió hasta separarlos, no quiero que pasemos por eso

Ryba: Así que esa antigua historia también esta en el mundo humano, ¿es eso lo que te preocupa?

Ria: Entre mas cosas, como que realmente no somo la misma especie

Ryba: Si mis padres aprobasen que e roto el compromiso, ¿eso te dejaría mas tranquila?

Ria: La verdad si, pero no del todo

Ryba: Yo solucionare todo eso para poder estar juntos, no te preocupes por nada

Ria: Ryba...

Ryba: Ven vamos a dormir ahora, mañana cuando despiertes todo estará bien

Le abrace y me apegue a su pecho, el acaricio mi cabello hasta dormirme, al despertar era medio día ya, había dormido muchas horas, me levante y fui a comprar algunas cosas para la despensa, mientras caminaba por el pueblo, me encontré con la madre de Rot, estaba comprando algunas cosas también.

Mamá: Ria, aún no has visto la verdadera forma del bebé, ven a visitarnos pronto

Ria: Si, lo are pronto, gracias

Mamá: ¿Estas bien?

Ria: Si

Mamá: ¿Sabes?, eres una humana diferente, nosotros jamas rebelamos nuestras verdadera forma a los humanos, pero tu aparte de oler diferente tienes una hermosa luz en ti, si no estuvieses enamorada del príncipe Ryba, te hubiese pedido que te cases con Rot

Ria: ¿Q-Qué?, señora yo

Mamá: Hueles a Ryba... me dijeron que las cosas han estado alborotadas en el mar, desde la noche en que nació mi bebé, aquella noche Ryba dijo que el no se casaría con Sia, Ria ese niño realmente te ama, pero para estar juntos ambos deberán atravesar muchas cosas

Ria: Si, pienso igual, pero creo que es mejor detenerme ahora mientras aun tengo completo el corazón

Mamá: No todas las sirenas somo así de cerradas de mente, en un principio humanos y sirenas eramos el mismo ser, siempre estaré ahí para ti y mis hijos y esposo, tranquila

Ria: Gracias

Mientras caminaba a casa, un hombres muy alto de cabello negro azabache me estaba mirando fijamente, aquel hombre me dejaba una sensación de deja vu, era demasiado alto e imponente y demasiado hermoso para pertenecer a mi especie, estaba segura este hombre era un tritón.

Ria: Señor, ¿quiere un poco de agua?

-: ¿Agua?

Ria: Si, no parece muy acostumbrada al sol fuera del agua

-: Así que ya te diste cuenta, entonces aceptare el agua

Ria: Que la disfrute

-: Eres muy amable, pero dime, ¿como te diste cuenta de que no soy humano?

Ria: Porque es demasiado alto, tiene un aire diferente al que emitimos nosotros, es demasiado hermoso para un hombre de este país y ademas de eso huele a sal

-: Ya veo... Señorita, mi hijo y mi esposa quieren hablar con usted, ¿seria tan amable de acompañarme?

Ria: Su hijo... supongo que no tengo mas remedio

-: Por aquí entonces, ¿puede decirme que edad tiene?

Ria: Pronto cumpliré 24 años

-: Ya veo aún eres muy joven, pero tu apariencia no denota adultes

Ria: Entonces, ¿puedo saber su edad?

-: Yo tengo 130

Ria: Es cierto ustedes viven mucho mas que nosotros...

Rot: ¡Ria!

Ria: Rot, Tía... Ryba

-: Ahora me presentare formalmente, Soy Rou el padre de Ryba, hoy te citamos aquí porque Ryba quiere casarse contigo y no con Sia

Sia: Su majestad, ¿como puede siquiera considerar a ese humilde humano ser la pareja del príncipe?

Mire a mi alrededor y el sol estaba a punto de ocultarse ya, estaba la familia de Rot, los padres de Ryba, Sia y la mujer que había visto el otro día, pero ademas de ello este lugar no era frecuentado por los humanos por lo que en el mar habían muchos mas de ellos, al parecer era toda la familia real quienes estaban aquí, era el único humano aquí, estaba en completa desventaja, el padre de Ryba estaba completamente tranquilo, Ryba estaba frente a mi, pero a su lado había una mujer hermosa de cabellos dorados y ondulados, me estaba mirando despavorida, ella estaba muy asustada, se acerco a mi y me sujeto de los brazos.

Ria: Señora me duele, suélteme

-: ¡Esta chica no!, ¡Por ningún motivo esta chica puede estar con mi hijo!

Ryba: ¡Madre déjala!

El cielo se oscureció y el mar comenzó a arremolinarse, el viento y toda la naturaleza se habían vuelto salvajes, impredecibles, una completa amenaza para una vida humana, aquella mujer se transformo en una sirena y me lanzo al mar, no podía nadar, el mar era un enorme torbellino, era sumamente doloroso, aún así no quería morir así, intente nadar hacia la superficie y sentí cuando alguien me tomo del brazo, mire y era Ryba, incluso para el nadar en ese mar enfurecido era difícil, podía ver que algo decía pero no lograba escuchar su voz, sus ojos, al menos alcanzaba a ver sus ojos estaban rojos, el estaba llorando, yo jamas le había visto llorar antes, no de esta manera, yo no quería que el fuese infeliz, yo no quería que el pasase un dolor tan grande como el que yo había pasado... algo parecido a unas enormes cuerdas salieron del fondo del mar y atraparon a Ryba, lucho contra ellas pero parecía muy doloroso, ya no tenia fuerzas y a el se las habían quitado, no pude sujetar mas tiempo su mano, el mar me arrastro en un segundo lejos de el, sentí un enorme dolor punzante en mi espalda y todo se tiño de negro, luego de eso todo se oscureció.

RybaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora