Ryba 17

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Mamá: Querido cuida muy bien de Sian esta semana, alcánzanos pronto en Puerto blanco

Ria: Es muy triste que Sian no pueda viajar con nosotros

Rot: No hay mas remedio Sian aun no puede transformarse en humano

Ria: Así es

Ya que luego de mi accidente no había salido del pueblo y siempre tenia pesadillas, Madre había decidido ayudarme a relajarme y superar mi miedo al mar, llevándonos de paseo durante todo un mes por crucero, me emocionaba pero asustaba a la vez.

Mamá: Hemos llegado, vamos a registrarnos

Rot: Vale, cariño yo llevo tus maletas

Ria: Ah, esta bien, gracias

Aquel barco era realmente enorme, mientras mas veía de el mas imponente era, realmente era como una ciudad flotando en el mar, habían restorant, parques, tiendas, piscinas, gimnasios, entre una gran diversidad de cosas, estaba realmente sorprendida.

Ryba: El area de enfermería se encuentra en el segundo piso madam

Ria: Vaya ese guía es muy alto, tal vez mas que Rot

Mamá: Querida aqui estas

Ria: Madre este lugar es muy grande

Mamá: Así es, acompáñame a recorrer los alrededores

Ria: Esta bien

Mamá: Si hay algo que te guste dímelo y lo comprare para ti

Ria: Podríamos comprar algunas cosas para Sian

Mamá: Pero Sian aun no puede vestirse

Ria: Es cierto, entremos allí madre

Ryba: ¿Ria?... no, no puede ser, debo estar alucinando...

Ria: ¿Entonces que tal unos snacks?, el ya tiene unos pequeños dientes afilados

Mamá: Si eso es una gran idea, me encanta tener una hija

Ria: Gracias por ser mi segunda madre

Mamá: No hay de que

Durante casi todo el día recorrimos aquel lugar y sus tiendas con la madre de Rot, luego fuimos a almorzar juntos los tres, aquel lugar realmente era muy alucinante, me gustaba, luego de comer subí hasta mi habitación, estaba entre la habitación de madre y de Rot, en el cuarto piso, era acogedora, me tumbe en la cama a descansar un rato, mis piernas dolían tanto caminar, ya pronto seria la hora de cenar así que me puse a escribir mi diario de vida mientras llegaba la hora.

Rot: Fue un divertido primer día

Mamá: Podría quedarme a vivir por siempre en este lugar

Ria: Es muy hermoso

Rot: Si, pero yo me ire a dormir ya estoy rendido

Mamá: Y yo también

Ria: Vale, buenas noches

Me tumbe en la cama, pero no tenia sueño, estaba completamente oscuro afuera, pero de cierta forma no quería o no podía dormir, camine hasta cubierta y me puse a mirar las estrellas, el cielo estaba muy negro y las estrellas brillaban muchísimo aquella noche, aun estaba muy movido todo acá fuera, la gente parecía disfrutar mucho todo aquí, pero yo quería un poco mas de paz para apreciar el paisaje, camine hasta el fondo del sector donde la música de las fiestas ya no sonaba casi nada, cuando de pronto mi piel se erizo al oír la misma canción que escuchaba cada mes, la misma canción, la misma voz, la persona que escuchaba cantar cada mes durante casi dos años estaba en el mismo crucero que yo, estaba cerca de mi, comencé a correr por el lugar, hasta que vi afirmado en la baranda del barco a un enorme chico de cabello negro, cantando mientras miraba al cielo

Ria: Ah, es el chico que vi esta tarde...

Estaba segura el era la misma persona que yo había escuchado todo este tiempo, aquella voz, aquella canción de nostalgia, como si hubiese perdido algo muy importante junto con mis recuerdos, no podía contener mas mis lagrimas, esa persona quebraba mi mundo con su voz...

Ria: Disculpa...

Se quedo en silencio un momento, bajo su cabeza y se giro hacia mi, se quito el gorro, y se quedo viéndome atónito, sus ojos se abrieron muy grandes y su voz se entre corto, retrocedió un paso y cubrió su cara con su mano, sonrió nervioso y volvió a mirarme con lagrimas corriendo por sus mejillas, el tenia una hermosa piel pálida y unos hermosos y enormes ojos azul marino... un azul penetrante, un azul que se llevaba mi aliento...

Ryba: Ria...

RybaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora