Ryba

Ryba 28:

Durante toda una semana nos quedamos en casa a la orilla del mar, conversando que había sido de nosotros este tiempo que habíamos estado separados, las cosas parecían estar sumamente calmas, habíamos estado literalmente solos todos esos días, pero de cierta forma me hacia sentir incomoda... algo en mi pecho no se sentía completamente bien.

Ryba: Ria, ¿estas bien?

Ria: Si... me siento algo mareada

Ryba: ¿Te duele algo?

Ria: No, solo me siento mareada

Ryba: ¿Quiere ir a medico?

Ria: No, esta bien, no creo que sea nada

Ryba: Bueno... vamos a comprar las cosas del mes

Ria: Esta bien...

Me puse de pie y todo se puso de cabeza y luego se fue a negro, es lo último que recuerdo, al abrir mis ojos, me sentía muy somnolienta, mi cuerpo pesado y Ryba estaba a mi lado llorando.

Ryba: Ria...

Ria: Ryba, ¿donde estamos?

Ryba: En el hospital, te desmayaste de repente y no reaccionabas

Ria: Ya veo, que extraño, pero estoy bien no llores

Ryba: Ria, siéntate tengo algo que decirte

Ria: ¿Que ocurre?, me estas asustando...

Ryba: Ria, vamos a ser padres, estas embarazada

Ria: ¿Q-Que?...

¿Que es lo que el había dicho?... ¿había escuchado bien?, íbamos a ser padres, ¿verdad?, esas palabras llegaron a lo mas profundo de mi ser, no pude contenerme y me eche a llorar, un bebé, dentro de mi estaba nuestro hijo, eran demasiadas emociones juntas, realmente no podía contenerlas todas.

-: Si señora, esta confirmado, la chica esta esperando un hijo del príncipe

-: Si, yo mismo revise esas muestras de ADN, no hay error

Ryba: Papá

Papá: ¿Esta ella bien?

Ryba: Si, la esta revisando una vez mas el medico

Papá: Así que sere abuelo...

Ryba: ¿No estas feliz?

Papá: Estoy a punto de llorar...

Ria: Señor...

Papá: Hija ven aquí

Ria: Si

Papá: Muchas gracias, por estar dispuesta a traer al mundo a ese pequeño, muchas gracias por hacer feliz a mi hijo y por darle la oportunidad de ser padre, muchas gracias por haber nacido y por estar viva...

El me dijo todas estas impresionantes cosas, mientras me abrazaba, la mezcla de su abrazo, su calor, el latido de su corazón y aquellas palabras, me hicieron volverme un mar de lagrimas, realmente no esperaba esta reacción de ningún miembro de la familia de Ryba, era tan inesperado, mi hijo aún tenia un mes de vida, aun no tenia extremidades y ya era amado hasta este punto, era algo realmente inimaginable.

Ria: No llore señor, es una ocasión feliz

Papá: No me llames señor, dime papá, tu eres mi hija política

Ria: Esta bien, papá...

Ryba: No te le pegues tanto, ella es mía

Ria: Ryba, quiero hablar con mi familia

Ryba: ¿Tu familia?

Ria: Si, esta es una noticia muy importante

Ryba: Es verdad, solo les vi un par de veces, tengo que presentarme adecuadamente, vamos a tu ciudad natal

Ria: Si, gracias

Papá: Yo igual los acompañare.