Capítulo 17: Acero superior

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Es el cuarto día, y todos se muestran expectantes para la batalla entre Joel y Amber, todo esto gracias al pequeño espectáculo que montaron hace unos cuantos días; sin embargo, muchos permanecen preocupados o incluso escépticos tratándose de la ejecución del combate debido a la desaparición de ambos en los otros enfrentamientos. De cualquier manera,  Amber y Joel se presentan juntos, momentos antes del combate con completa tranquilidad; se preparan y se posicionan para empezar a luchar. Amber porta una pechera de latón pesado, la cual se extiende hasta sus antebrazos con unos pantalones que solo cubren sus espinilleras con un latón un poco más delgado; para el resto de su defensa opta por una espada larga en su mano derecha, y un escudo de tamaño considerable en su otra mano; Joel tiene equipada una armadura de algodón, unos pantalones iguales a los de Amber, una espada larga en su mano izquierda, y como ya era común, un cuchillo de caza sin filo envainado en su pierna.

La batalla empieza y la tensión es palpable; todos saben que es la pelea más igualada. Joel parece haber estado practicando sus fintas y vueltas: es más rápido, sus golpes son más potentes y certeros, todo esto marcado en un estilo de combate bastante llamativo y efectivo en parte iguales; Amber, por otro lado, se mantiene en posición defensiva ante la tormenta de golpes y tajos contundentes de la espada enemiga, hasta que logra abrir una brecha entre un par de ataques lo suficientemente grande como para contraatacar, asestando un estoque directo al torso de Joel, disparándole lejos; Joel se levanta enfurecido, pero esta vez era distinto, ambos mantienen la mirada fija en el otro y saben que no volverán a perderse en la rabia, así que Joel se levanta con decisión; la rueda vuelve a girar, Joel arremete con violencia y furor desgastando a Amber cada vez más, pero Amber siempre logra responder pese a todo; algunas veces, logrando el objetivo de golpear a Joel. Otras veces, simplemente fallando.

Luego de 5 minutos de intenso combate, sus ectagramas indican el amarillo; el escudo de Amber se encuentra parcialmente destruido, y la espada de Joel parece deteriorada. En este caso, ambos se detienen para tomar más aire, saben que ya es momento de cerrar este combate.

El dueto se abalanza al centro del octágono; Joel empieza una ráfaga de golpes circulares, la cual termina con el escudo de Amber destruido, y la espada de Joel comprometida a ser inútil para el resto de la pelea; percatándose de aquella ventaja, Amber arremete de manera agresiva contra Joel, el cual luego de varios intentos por desarmarle, se resigna a utilizar su cuchillo de caza. Es consciente de su desventaja, pero igualmente decide seguir; entre esquives e intentos de desarmarle, Joel consigue encerrar a Amber en una llave con la cual podría neutralizarlo con facilidad, eso había sido todo, él ha ganado, pero la silueta de una capa con capucha de color púrpura muy oscuro a las puertas del castillo desconcentra al joven, cometiendo un descuido y dando pie a que Amber lograra arrojarlo, librándose de la llave; al instante, Joel se levanta y decide arrojar el cuchillo de caza a la cara de Amber usándolo como distracción, acción que fue inútil porque Amber logra tomarlo en el aire, se gira, y haciendo la forma de un abanico, impacta a Joel en la zona entre la sien y los ojos, dejándolo inconsciente.

Al ver que le había propiciado una herida ciertamente seria, Amber corre con apuro a Hyaku para pedir ayuda a la primera persona que encontrase; por suerte, en el camino se encuentra con Nataly, la cual se muestra preocupada, y muy molesta con Amber. Al final, gracias a la ayuda de Nataly durante el camino, al llegar a Hyaku, la herida de Joel ha dejado de sangrar, y en la casa pueden sanarla.

—Seguro que sobrevivirá —comenta Amber con mofa.

—Cállate, ¿quieres? —replica Nataly con seriedad—. Entiendo que tenían que pelear, y que era en serio, ¿pero no podías ser menos violento? Al menos no dejar a Joel inconsciente, y con lo que seguramente sea una cicatriz.

—Oye, tranquila. Fue el furor de la batalla; además, ya lo estás viendo, no le corté una pierna, solo fue un rasguño... un poco grande he de admitir, pero no es nada del otro mundo —Amber se detiene y sonríe—. Siempre te has preocupado de sobremanera por nosotros, de hecho, siempre eres bastante tímida e introvertida; pero cuando las cosas se ponen serias, siempre sacas a relucir tu actitud centrada y demandante, es como si pasaras de "Gandhi" a "Hitler" en un dos por tres. —Nataly le mira frunciendo el ceño—. Supongo que por eso eres tan buena amiga nuestra.

—Deja de balbucear tonterías, y ayúdame a terminar de colocar los puntos —exige Nataly, con una sonrisa en su rostro.

—Bueno, no soy ninguna clase de médico como para saber qué se supone que estás haciendo; pero intentaré no matarlo mediante una herida de menos de 7 centímetros. —Nataly se ríe.

—Solo haz lo que yo te diga, ¿sí?

—Como diga, "doctora".



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