Capítulo 38: Expansión

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El mismo día de su llegada, los habitantes de Hyaku se enteran de la situación crítica de William, esto hace que inmediatamente se presenten todos los conocidos del chico al castillo, exigiendo verlo. Luego de encontrarse con el equipo, ellos acceden a llevarlos al pabellón médico. Al llegar a lugar, sorpresivamente encuentran a William despierto y reposando con la cara completamente pálida; los visitantes se acercan con cierto miedo, porque Sofía le está tratando con su respectivo uniforme de médico. Luego de un par de preguntas, ambiente se torna mucho más apacible y tranquilo; por desgracia para la mayoría de los chicos, llegan en el momento en que Sofía tiene que reemplazar los vendajes de la pierna de William. Esto genera un momento desagradable para muchos; sin embargo, para la sorpresa general, una persona se mantiene fría, e incluso se acerca más a la camilla.

—Es una herida profunda —dice Nataly con estupor, mientras observa la herida del joven al descubierto; su comentario perturba a unos cuantos.

—¿Tú crees? —replica Meghan en un tono sarcástico, mientras mira a otro lado, representando el desazón de los chicos. Sofía se mantiene mirando a Nataly con curiosidad.

—Sufrió un corte por una espada de acero bastante delgada, con 5 centímetros en su máximo nivel de profundidad. Es un milagro que no haya tocado el hueso. —Sofía escucha con atención.

—Cierto. De haber sucedido, William estaría en un grave problema. ¿Cómo lo están tratando entonces? —La doctora toma un pequeño bote con un ungüento de color amarillo transparente, un cuenco con unas hojas bastante rígidas, y nuevas vendas.

—La herida ya está cerrada, la carne que está debajo de la piel ya sanará sola; por tanto, de lo que tenemos que encargarnos es de sellar por completo desde afuera. —Ella le empieza a aplicar el ungüento en la pierna del chico, posteriormente le pasa el bote a Nataly para detallar más—. Esto está hecho con la saliva de las Gacelas Estoque; ellas tienen la capacidad de regenerar los tejidos con mucha facilidad. —Nataly se sorprende con tranquilidad, mientras que el resto de chicos ven el ungüento con asco. La mujer coloca las hojas encima de los puntos, y posteriormente los empieza vendar con delicadeza—. Le puse hojas de Laurus, cuando hacen contacto con la piel a cierta temperatura, desprenden un aceite que acelera la cicatrización.

—Entonces la idea es minimizar el tiempo en que el soldado está en la enfermería, ¿utilizan este método en todas las clínicas?

—En lo absoluto, este tratamiento tiene muchas contraindicaciones dependiendo de la persona. Lo más común es que al acelerar la regeneración y cicatrización del individuo, disminuya drásticamente la capacidad de su sistema inmunológico por un mes; otra de las cosas que también pasan frecuentemente, es que luego del tratamiento, experimente algo muy parecido al síndrome de abstinencia solo que mucho más doloroso; esto último puede durar de tres a cinco días... Por eso es que tanto el método, como los implementos utilizados, están prohibidos para el resto de clínicas. —La enmascarada nota la mirada inyectada del miedo en todos. —En fin, ya hice lo que tenía que hacer, no se queden mucho tiempo por aquí; su amigo necesita descansar. —La médico se marcha del lugar.

El grupo de jóvenes se queda unos cinco minutos más, mientras le dejan unos cuantos ramos de flores y buenos deseos. Posteriormente, en el patio del castillo, se mantienen hablando despreocupados.

—Esa mujer me da escalofríos —comenta Katherina a Mike, con cierto desprecio—. ¿Ustedes ya la conocían?

—En realidad es alguien bastante agradable. Aunque no sabía que podía ser tan terrorífica... Y bueno, la máscara tampoco ayuda —afirma Mike.

—Esa es otra, ¿qué les pasa con todas esas máscaras tan terroríficas?       —añade Meghan, manteniéndose en la conversación. Vanessa al escuchar aquello, decide acercarse.

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