Capítulo 6

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Las hermanas Lefevre han llegado Alemania un coche las espera para llevarlas a su enorme mansión, ambas se suben al coche en total silencio Maggie aun intenta acostumbrarse a la idea de tener que manejar la fortuna que les cediera su abuelo, mientras Allie intenta respirar el aire de libertad que le brinda Alemania, por un lado agradece a su tía su tan maravillosa idea de enviarlas lejos de Londres, pues así no tendrá que soportar más la presión para que fije una fecha para su boda, mira el hermoso anillo de zafiro azul con diamantes de oro blanco que se encuentra en su mano izquierda, revuelve entre su bolsa hasta dar con el joyero de cristal el cual toma entre sus manos y después lo coloca sobre sus piernas para abrirlo, Maggie mira atenta la acción de su hermana quien se despoja del hermoso anillo y lo guarda en el interior de la caja. Para finalmente cerrarla con la llave que cuelga de una pulsera en su mano derecha, vuelve a guardar la hermosa caja de cristal dentro de su bolso  y sonríe.

— ¿porque lo has guardado? — pregunta curiosa Maggie después de haber visto toda la acción

—Porque necesito sentirme libre y con esa joya recordándome a cada segundo que mi vida esta pronta a pertenecerle alguien más, siento que me ahogo— explica en suspiro.

—Es la primera vez que lo haces— afirma Maggie

—Hasta que fije la fecha no lo usare de nuevo.

El resto del camino ambas siguen en silencio Maggie se ha sumido en su libro de novelas románticas esos de los que su hermana menor se burla, no se cansa de repetir que eso en realidad no existe, las escenas de pasión de las novelas logran sonrojar a Maggie hasta las orejas, mientras para Allie solo eran escenas que logran sacarle enormes sonrisas y hacen que su imaginación vuele, haciendo que su hermana se sienta avergonzada de leer esas escenas cuando su pequeña hermana, le hace comentarios sobre si ella también desea encontrar un hombre como los del libro que la tome entre sus brazos y rasgue la ropa de su cuerpo para finalmente hundirse en su interior mientras la posee sobre algún mueble de la enorme mansión. Esa clase de  comentarios hace que la pobre Maggie se sienta como una niña que había sido atrapada haciendo alguna travesura. Por esa razón procura de no leerlas cuando su hermana ronda cerca de ella y que mejor manera de hacerlo encerrada en su habitación iluminada solo por la luz de su mesa de noche.

Por otro lado Allie se dedicaba a cerrar  los ojos mientras recuesta la  cabeza sobre las piernas de su hermana. Necesita pensar una forma de retrasar su boda con Ethan aunque tenga el anillo la fecha no ha sido fijada y el anuncio aun no se hecho oficial. Solo los familiares de ellos saben sobre eso.

— ¡Allie mira! — Maggie comienza a mover el hombro de su hermana para que esta despierte.

— ¿Que quieres  Maggie? — pronuncia con voz adormilada.

—Mira el pueblo, es muy lindo— pronuncia Maggie mirando las calles pintorescas del pueblo, Mientras Allie solo mira sin emocionarse por algo.

—Es solo un pueblo insignificante por dios— dice recostando la cabeza en el asiento y cerrando los ojos—vas a vivir aquí un largo tiempo no te emociones—pronuncia con apatía

—A veces me sorprende que compartamos el mismo ADN— dice molesta pero Allie no se inmuta.

El coche sale del pueblo y toma el camino que  lleva a la casa en la colina,  la puerta principal del lugar se abre y el coche se encamina por el camino de piedras, algunos empleados que se encuentran en el área del jardín, miran el coche que acaba de entrar. Lucy que se encuentra junto a Bill corre hacia al interior para informarle a la señora Baizen que las chicas han llegado, el coche se detiene cerca de las escaleras de mármol, el conductor baja del coche  y se encamina hacia la puerta de la Maggie.

—Gracias — pronuncia tomando la mano del hombre para salir, Allie es menos paciente y sale por la puerta que está a su lado. — Es hermosa— murmura Maggie.

— Es una estúpida casa  —pronuncia Allie— nada fuera de lo común a la casa de Londres. — Maggie ignora el comentario y recorre con la mirada el enorme lugar, maravillada por las flores que observa en el jardín principal.

—Buenas tardes, señoritas Lefevre — Saluda la Señora Baizen, saliendo por la entrada principal. Maggie se gira para mirar a la mujer que baja las escaleras con su vestido negro y delantal blanco— soy la señora Baizen el ama de llaves— se presenta llegando hasta Maggie.

—Un placer señora Baizen, soy Maggie— saluda—ella es Allie — indica con un movimiento de cabeza a la chica que se encuentra recargada sobre el coche— ¿quieres venir a saludar? — pide en tono de circunstancia, Allie solo rola los ojos pero finalmente se acerca.

—Mucho gusto Señora Baizen — saluda extendiendo su mano y la señora corresponde su saludo.

—Mucho gusto señorita Lefevre—sonríe la mujer.

—Solo Allie —dice en tono amable, la mujer asiente— ahora sería tan amable de indicarme cual es mi habitación.

—Allie por dios acabamos de llegar— el tono de Voz de Maggie es igual al de una madre— primero tenemos que conocer al personal.

— ¡conócelo tu yo quiero dormir! — Dice molesta— ¿Tu cómo te llamas? —señala a la chica junto a Bill.

—Lucy, señorita  Lefevre—responde acercándose.

—Sin el señorita Lefevre, Solo Allie — dice sonriendo— tú serás mi asistente  personal— dice con una sonrisa— listo Maggie ya conocí a quien más necesito— dicho eso se encamina hacia el interior de la casa.

That BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora