Capítulo 15

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Allie da vueltas por toda la habitación, en algún lugar debe estar su maldita pulsera sin ella no puede abrir la caja para sacar el anillo de compromiso, Ethan está a minutos de llegar y lo único que ella no puede negarle es el uso del dichoso anillo, sabe perfectamente que si él no ve la joya en su dedo anular, es capaz de hacerle una escena y lo que menos desea además de no verle es escucharle gritar por qué no lleva la joya.

—Allie— la voz de Maggie le hace dejar de buscar la pulsera.

— ¿Ya llego? —pregunta apretando las manos sin girarse a mirar a su hermana.

—Sí, el coche acaba de entrar ¿ya estas lista? — pregunta al ver a su hermana aun con la bata de baño.

—Dame unos minutos y bajo— dice con la mirada puesta en el piso de madera— ¿puedes llamar a Lucy por favor? — se gira para ver a su hermana quien asiente.

—Cinco minutos y bajas por favor—le dice y cierra la puerta a sus espaldas. Allie corre por toda la habitación de nueva cuenta, cuando la puerta se abre y mira a Lucy… suspira aliviada de que sea ella y no Maggie nuevamente.

—Perdí mi pulsera de plata— le informa a la chica quien la mira sin entender— necesito encontrarla… tengo que abrir esa maldita caja— señala la caja de cristal que Lucy siempre mira con curiosidad.

—Le juro que yo no le tome—Lucy, le mira asustada de que le estén acusando de robo.

—claro que no fuiste tú— dice Allie— jamás te acusaría de robo eres mi amiga— sonríe intentando tranquilizar a Lucy, quien suspira tranquila y algo asombrada de que le considere su amiga y no su empleada personal—ahora tengo que vestirme toma lo primero que encuentres en mi armario y tráelo mientras sigo buscando o veo la forma de abrir la estúpida caja— dice inclinándose debajo de su cama para verificar que esté ahí, mientras la rubia corre al armario y toma un pantalón negro de satín y una blusa blanca sencilla, de entre los zapatos de Allie toma un par de Botas negras altas. Desde que las vio quedo maravillada con ella y con parte de la ropa de la chica. Sale del armario y observa a Allie quien cepilla su cabello para dejarlo suelto, no pareciera llevar maquillaje solo algo de brillo en los labios y mascara en las pestañas.

—Señorita— llama la atención de Allie quien la mira— ¿esto está bien? — pregunta dejando las prendas a la vista de la chica.

—Perfecto muchas gracias- sonríe- creo que te hare mi asesora de modas- sonríe y eso hace sonrojar a Lucy. La castaña toma el resto de la ropa y se dirige al baño para vestirse, mientras Lucy observa la caja que la chica aun no pudiera abrir. — Listo como me veo— sonríe antes de girarse para que Lucy evalué el conjunto que ella escogiera.

—Hermosa señorita— sonríe— luce igual a las modelos de las revistas que me prestó.

—Deja de llamarme señorita… vamos Lucy llámame Allie que somos de la misma edad.

—Pero no es correcto señorita.

—¿Correcto?—dice en tono burlón— te diré lo que no es correcto— dice en tono molesto— no es correcto que tenga que ver a mi prometido, no es correcto que yo no me pueda enamorar como el resto, no es correcto que me tenga que casar con un iceberg… eso querida Lucy no es correcto—dice terminando de colocarse las botas, mientras la rubia la mira boca abierta no puede creer o no da crédito a lo que acaba de escuchar salir de la boca de la castaña—así que llámame Allie o me sentiré realmente mal de que yo te vea y te considere una amiga ya que aquí carezco de eso y tú me veas como tu jefa —dice sonriendo de lado.

—Está bien Allie— sonríe Tímida y Allie le abraza—seremos amigas… yo tampoco tengo muchas, solo los chicos pero ellos son como mis hermanos— sonríe triste y rompen el abrazo

—Sé lo que es perder alguien querido.

— ¿Cómo? — pregunta incrédula.

—Tienes la misma tristeza que Maggie y Yo — dice tomando su mano— pero tú los tienes a ellos y se ve que te quieren y hay uno en especial que te quiere diferente al resto—sonríe burlona.

— ¡Que! —Exclama sorprendida— ¿pero de que hablas?

—Sí, claro como si no supieras —sonríe —te lo diré después que ahora tengo que ir a poner mi mejor cara de novia enamorada tras meses de no ver su príncipe— dice con asco— por cierto perdón por lo que voy hacer—Lucy la mira sin entender, hasta que ve como  estrella la caja de cristal en el suelo, haciéndola pedazos y el ruido del cristal rompiendo el silencio de la habitación, ambas observan el anillo de zafiro azul rodar frente a ellas, Allie lo toma y lo coloca en su dedo Anular, suspira una vez mas y observa su imagen frente al espejo.

 Para Lucy,  parece una modelo de revista de moda, pero ella, se ve a sí misma como una muñeca de porcelana. Como las que Maggie colecciona y que ella tanto odia, se siente como una, siempre hermosa y perfecta con la única obligación de lucir enamorada y bella mientras camina del brazo de Ethan, mientras el habla de negocios y finge que esta perdidamente enamorado de ella y viceversa, cuando ambos en realidad aparentan una realidad que no es así, una realidad que ambos odian, pero que él no es capaz de afrontar y ella no puede hacer nada sola, pues no tiene quien la apoye. Maggie conoce la realidad de sus sentimientos pero aun así no hace nada para evitarle ese sufrimiento, es una espectadora más del teatro que Ethan y ella montan.

 Del que la sociedad inglesa sienta envidia, pues son “la pareja ideal”. Lucy comienza a recoger los trozos del cristal que rodaran al suelo, cuidando de no cortarse, observa  ha Allie limpiar una lagrima que corre por su mejilla para finalmente salir de la habitación,  siente una punzada de dolor, al verla así y es  entonces cuando comprende porque la chica es así, no es malcriada o egoísta como Tom insiste en llamarla, está dolida y desesperada por escapar de su mundo, un mundo que la ahoga y del cual ella en alguna ocasión se pregunto e incluso se imagino como seria vivir la vida de la castaña.

That BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora