Capítulo 5

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El cielo azul de Alemania se encuentra despejado algunas nubes surcan el cielo brindándole un aspecto maravilloso, el viento sopla cálido y los arboles brindan una acogedora sombra para el camino, Gustav, Georg, Bill, Tom y Lucy  se encaminan hacia la mansión Lefevre. Tras dejarse convencer por la chica sobre que sería mejor que dejaran el odioso lugar de la señora Cecyl y ahorrar para pagar la deuda que contrajeran gracias a su hermano. Acuerdan que es lo mejor, por desgracia para Tom el lugar queda demasiado lejos del pueblo pues la casa está en las colinas, prácticamente escondida por el bosque, el dolor en sus costillas es insoportable pero tiene que caminar.

—Tal vez deberíamos de parar un poco para que descanses— propone Lucy mirando a Tom que va apoyado en Georg.

—Ya casi llegamos Lucy, si he podido caminar desde que salimos del pueblo creo que  podre caminar un poco más hasta la casa Lefevre.

—Ya verán que la señora Baizen los acepta, Es un amor de mujer— dice Lucy mirando a cada uno de los chicos quienes solo asienten. Siguen caminando hasta llegar a la entrada principal la cual está protegida por una enorme reja de color blanco en el centro de ella está la figura de un jinete sobre su caballo. Lucy empuja la enorme reja y los cinco entran, atraviesan  la enorme entrada un hermoso jardín recién podado y llenos de flores rodea la parte principal, el enorme camino empedrado conduce hasta la enorme casa de color blanco los enormes ventanales están rodeados por una fascínate enredadera de flores en forma de caracolillo que apenas comienza abrirse  dejando a la vista unas enormes flores de color rosa pastel haciendo que sobresalga sobre el color blanco de la casa y extendiéndose sobre las columnas de granito de la entrada principal, los chicos miran maravillados el lugar pues nunca antes habían estado dentro.

Siguen a Lucy quien rodea la casa, la vista de la parte trasera del lugar es aun mas mágico todavía, hay un precioso jardín, un camino de rosas se extiende por toda la parte trasera un camino de piedras lleva hasta una bellísima terraza, la cual cuenta con un desayunador una enorme fuente de mármol  esta en el centro y tres pequeñas mas se encuentran del lado izquierdo del lugar, los chicos recorren con la mirada ya habrá tiempo de explorar, la chica entra por la puerta de servicio y los demás tras ella, llegan a una enorme cocina la cual se encuentra tres cocineros, cuatro chicas mas del servicio y la ama de llaves la señora Baizen una mujer de alrededor de unos cincuenta años  que lleva toda su vida en ese lugar.

—Lucy cariño — saluda la mujer cuando la chica entra — pensé que no llegarías

—Lo siento he ido a buscar a mis amigos— sonríe la chica— recuerda que me pidió que buscara alguien que se hiciera cargo de las cuadras— dice la chica y la mujer asiente. —bueno pues le he pedido a mis amigos que trabajen aquí. Claro si usted acepta— sonríe tímida. La mujer mira con escrutinio a cada uno de los chicos, tan diferentes entre sí y apuestos, con miradas letales y salvajes, pero con un aura de nobleza.

—Solo necesitamos a uno para los caballos de la señorita Allie— agrega la mujer segundos más tarde— pero supongo que cuatro apuesto jóvenes serán de utilidad para las señoritas. — sonríe.

— ¿Entonces se pueden quedar? — pregunta tímida Lucy.

—Claro cariño que se pueden quedar siempre son útiles las manos extras. Con este lugar tan enorme— sonríe— Bienvenidos chicos soy la señora Baizen el ama de llaves y la encarga de este lugar.

—Buenos días Señora, soy Bill Kaulitz y él es mi hermano Tom—sonríe Bill quien extiende su mano para saludar a la mujer — ellos son Georg Listing y Gustav Schäfer— señala a los chicos que se encuentran tras él, cada uno saluda a la señora.

—Bueno chicos sean bienvenidos—sonríe la mujer—Lucy muéstrales las habitaciones de servicio y después regresan para indicarles sus actividades— dice la mujer con una sonrisa. Los chicos asiente y caminan tras Lucy cuando son detenidos por la mujer— ¿Tom, cariño te ha ocurrido algo? — pregunta al ver como el chico de trenzas se apoya en Goerg para caminar.

—Anoche lo golpearon por defender a una chica que iba hacer atacada— responde Lucy antes de que Tom abra la boca y diga que has sido en una pelea clandestina.

— ¿Pero estas bien cariño?, ¿un medico te ha revisado? —le mira con preocupación la mujer caminando hacia él.

—Lucy me ha curado, solo son golpes que sanaran rápido— responde Tom con una sonrisa.

—Has sido muy valiente al defender a una chica que no conoces de gente mala— dice la mujer tocando su mejilla—anda recuéstate y cuando te sientas mejor te pones a mis órdenes, creo que te dejare a ti el trabajo de las cuadras— dice la mujer mirándolo y este asiente.

Los chicos se encaminan hacia las habitaciones de servicio que se encuentran dentro de la enorme casa pero más alejadas de las habitaciones principales.

—Las habitaciones son cómodas y no tendrán que compartirlas— sonríe Lucy llegando al pasillo de las habitaciones. —Cada una tiene su propia regadera— dice abriendo la primera que es la que ocupara Tom. Los demás caminan hacia sus propias habitaciones Bill ha tomado la que está frente a la de su hermano, Georg la contigua al chico de trenzas y Gustav la contigua a Bill. Una vez instalados se ponen a las órdenes de la señora Baizen a excepción de Tom que se ha quedado descansando, pues el dolor de sus costillas es insoportable. Bill ha dicho que irá a verle más tarde al igual que Lucy, el ama de llaves le ha llevado algún remedio para el dolor y se ha quedado dormido.

That BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora