Capítulo 40

1K 78 1
                                    

El otoño había llegado, las copas de los arboles comenzaban a teñirse de naranja y la vegetación del jardín comenzaba a cambiar, ya había cierta brisa frescura en el aire.

Los chicos habían colocado una improvisada mesa del comedor en el jardín cerca de una de las hermosas fuentes de granito que había en el lugar, a petición de Maggie, el abuelo de las chicas llegaba ese día,  por la tan anunciada fiesta de cumpleaños que se celebraría en ese lugar. Los chicos se encontraban en sus habitaciones a excepción de Tom que se encontraba en el cuarto de las caballerizas con Allie entre sus brazos, ambos habían encontrado la manera de pasar desapercibidos para el resto de los habitantes del lugar para encontrarse por unos momentos.

—Me encanta este vestido— comenta, sentándola sobre la mesa y colocándose entre sus piernas levanta un poco del vestido y mete sus manos bajo él, mientras ella sonríe escondiendo su rostro entre el hueco de su hombro y cuello — en verdad que si — besa el hombro descubierto.

– ¡Tom! – ríe cuando el da una mordida en su hombro— espera — lo separa un poco, hace que el lleve sus manos hacia su cintura y se abraza a él— te amo — deja un beso en sus labios — ¿Te lo he dicho hoy? — sonríe pegando sus frentes y pasando sus brazos sobre su cuello

—No, recuerdo.

—Bueno, pues te amo— da un toque con su dedo en su nariz, para después separarlo de su cuerpo, se baja de la mesa y toma el suéter de cashmere color crema que Tom le quitara cuando entrará en el lugar — tengo que irme, mi abuelo no debe tardar en llegar y yo tengo que estar ahí— mira su reloj de pulsera, una vez que termina de ponerse la prenda, Tom se acerca y la abraza por la espalda , Allie inclina un poco la cabeza para darle acceso a su cuello, el cual devora provocando que Allie expulse un gemido y él sonríe por eso.

—Mía— dice pegando sus labios  a la piel de su cuello —eres mía, no lo olvides — la gira para quedar frente a él y antes de que ella pueda responder se adueña de sus labios, Allie responde al ardiente beso de Tom, dejando que su lengua se cuele en el interior de la boca de Tom, mientras él la ferra de nuevo entre sus brazos, dan pasos torpes y Tom la acorrala en una esquina del lugar, le hace dar un brinco y sus piernas se enrollan en su cintura, ambos sonríen dentro del beso y siguen con ello.

— ¡Abuelo! — Maggie, cruza el umbral de la puerta cuando ve al hombre, seguido por Perkins, su fiel mayordomo, corre a encontrarse con Anthony,  que la estrecha entre sus brazos, la ha echado de menos, ella era quien más tiempo pasaba a su lado de sus tres nietas, rompe el abrazo y la examina, se ve diferente, radiante y más madura hay un brillo extraño en sus ojos, como si guardara un secreto en ellos, siempre le ha resultado difícil leer aquellos ojos verdes de su nieta.

—Maggie, cariño estas hermosa— dice examinando a la chica que se ruboriza, ahí está su pequeña de tantas tarde interminables de charlas, ambos sonríen — como te he extraño — dice volviéndola a estrechar entre sus brazos, los ojos de ambos se llenan de lagrimas las cuales no salen.

—Hola abuelo — Kim aparece por el corredor junto con Odette, quienes observan la escena, Maggie deshace el abrazo, para que pueda abrazar a Kim.

—Hola Kim, cariño—sonríe el hombre estrechando entre sus brazos a la pelirroja, también la ha extrañado, la chica no es como Maggie pero la adora de la misma forma que las otras dos chicas — te ves hermosas, mi pelirroja — deja un beso en la frente de la chica que sonríe enternecida por las muestras de cariño de su abuelo, ella no tiene nada que reclamarle, a su abuelo, pues cuanto ha querido le ha dado, pero es su madre quien no está conforme con lo que su abuelo le da y pide más, es por eso que a ella no le queda más remedio que ceder a todo lo que su madre quiere —Hola hija— saluda el hombre a Odette que sonríe con falsedad, — ¿Tu, no piensas saludarme? — cuestiona al ver que la mujer no se acerca.

— ¡Qué cosas dices papa! — Dice acercándose al hombre para abrazarlo — ¿Cómo estuvo el vuelo?

—Tranquilo— sonríe el hombre caminado hacia la sala, con Kim y Maggie tomadas de sus manos como cuando eran niñas y seguido por Odette — ¿aquí falta una? — Dice una vez que se ha sentado, las tres se miran, Allie tiene más de tres horas desaparecida — ¿Dónde está mi pequeña Allie? — pregunta.

— ¡Abuelo! — un grito lo hace mirar hacia la puerta que da hacia el jardín, por donde entra corriendo Allie, la castaña se lanza a los brazos de su abuelo quien la envuelve en ellos, sonriendo—te he extrañado mucho.

—Mi Allie— sonríe el hombre— no llores preciosa — la vuelve abrazar y ella a él —también las he extrañado a todas — la separa y la sienta a su lado — cada una me ha hecho falta, la casa no es la mismas sin sus constantes discusiones y risas — comenta mirando a cada una, —por cierto, trajes obsequios para todas— sonríe—Perkins serias tan amable de traer los obsequios de mis nietas— pide al hombre de traje que se encuentra en el umbral de la sala, quien asiente y se retira.

— ¿Qué nos has traído? — pregunta Kim, impaciente como siempre

— ¿Sí, abuelo que nos ha traído? — pregunta también Allie, que es más de lo mismo, mientras Maggie solo las observa, tan seria como siempre, su abuelo las observa, Maggie es tranquila y centrada siempre piensa en los demás antes que en ella, Kim es impaciente, rebelde, algo rencorosa, pero no es mala,  Allie en cambio es explosiva, voluntariosa y bastante malcriada, pero quien a su edad no lo es, si cada una es completamente diferente de la otra, mientras una es como una pacifica tarde de verano, las otras dos son como un campo minado, aunque con Kim es más seguro el terreno, a como lo es con Allie.

—Bueno son sorpresas— sonríe— miren, aquí esta Perkins con sus obsequios— el hombre deja a los pies del hombre 6 hermosas cajas de regalos, le entrega a las chicas dos cajas y ellas las abren, tres de las seis cajas son joyas diseñadas exclusivamente para cada una, las otras dos cajas contienen obsequios que Maggie y Kim sabrán valorar, Allie observa la segunda caja, con el seño fruncido  una foto de dos niñas, una rubia de ojos verdes muy parecida a ella, la otra niña es ella de eso está segura —¿no las reconoces Allie? — pregunta al ver la expresión de la chica

—Esta, soy yo— señala a la niña de vestido azul y el hombre asiente — esta es Ivanka— señala a la niña de vestido blanco — ¿Por qué me traes esta foto?

—¡Oh!,  Eso es fácil— una dulces voz se escucha y Allie mira a la rubia que atraviesa la sala, vestida con Jeans, botas altas y una blusa azul marino, el cabello rubio le cae en cascadas por los hombres, ambas sonríen, Allie corre hasta ella y ambas se abrazan.

 — ¿Qué haces aquí? —sonríe separándose de ella.

— ¡Creí que me extrañabas! — reclama la rubia y ambas ríen, se vuelven abrazar y comienzan  a decir incoherencias entre risas, ante la mirada de todos los demás. Más tarde después del encuentro de ambas chicas y con la llegada de Ethan, Suzanne y Dorian  que se habían ausentado para ir a Berlín, la familia entera se reúne en el jardín para el almuerzo, Allie sale tomada de la mano de Ethan, mientras le sonríe a Invanka que va a su lado, ambas hablando tontería y media, bajo la atenta mirada del chico que sonríe de lado al verla tan tranquila después de su ultima discusión, todos toman sus lugares, Anthony en el puesto principal, a su derecha esta Odette, Kim, Maggie e Ivanka  y a su izquierda Suzanne, Dorian está junto a su madre seguido por Allie e Ethan, las chicas del servicio comienzan a servir los platillos que la señora Baizen prepara para ese día, los favoritos del patriarca de la familia, mientras los adultos se enfrascan en una conversación, los chicos comentan diversos temas, estallando en risas, ante la mirada de los mayores y parte del servicio.

Allie observa o lo lejos entre los arboles a Tom que se encuentra recargado a un árbol, desde donde el esta se ve perfectamente todo lo que sucede, puede ver el brazo que la  rodea por los hombros a su chica, siente la rabia recorrerle por el cuerpo entero, pero también la impotencia de no poder pertenecer al círculo social de ella y poder ocupar el lugar de Ethan, ambas miradas están conectadas ambas pensando lo mismo pero desde diferente plano, sus miradas se desconectan cuando el rostro de Allie es girado para recibir un beso de parte de Ethan, cierra los ojos para no ver más, ella le prometió terminar con esa farsa y tiene que confiar en ella, vuelve a mirar hacia la mesa y esta vez unos ojos verde lo observan, la dueña de esa mirada le sonríe y se vuelve a girar para centrar su atención  en la chica de ojos azules frente a ella. 

That BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora