Capítulo 8

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Allie inspecciona la enorme habitación de color crema, en el centro  se encuentra la enorme cama adornada por doceles de color blanco, a cada lado de la cama brindándole un aire misterioso a la habitación, las sabanas de seda de color blanco se extienden como agua sobre la cama. A cada lado de su cama están dos mesitas de noche, pone en una de ellas la foto de sus padres, que conserva desde que era pequeña, ama esa foto su madre resplandecía en un vestido de color plata que resaltaba cada curva de su delicada figura, su cabello castaño y sus ojos verdes lucían exquisitos y majestuosos, su madre tenía la belleza de una reina, su abuelo siempre ha dicho que ella es la imagen de su madre, claro si no fueran sus ojos del azul de su padre ella habría sido la reencarnación de Renata. Su padre vestía un pantalón negro  con una camisa blanca y un saco del mismo color. Su cabello era castaño claro casi rubio y sus ojos tan azules como el cielo que algunas veces se veían grises. Era un hombre realmente guapo, además de noble y eso era lo que había cautivado a su madre, Max había sido un esposo maravilloso y un extraordinario padre, que pese a no tener las riquezas que su Madre había conocido al lado de su abuelo, el nunca las privo de nada. Siempre les dijo que el amor no se compraba con dinero, y esas palabras se habían quedado gravadas en su mente.

— ¿Sus padres? — la voz de Lucy la saca de sus pensamientos se gira y la mira con una sonrisa triste.

—Si— dice en un suspiro — murieron hace años.

—Lo siento mucho señorita— comenta apenada— eran muy guapos, como dos estrellas de las películas—dice tímida el comentario hace reír a Allie. — ¿Su hermano? — pregunta  entregándole un portarretrato de plata con la foto de Ethan, Allie observa la foto, el cabello oscuro y los ojos verdes, su piel pálida y sus labios rojos con una sonrisa de niño pequeño. Un Hombre atractivo y carismático pero frio como iceberg.

—Mi prometido— murmura con asco, toma la foto en entre sus manos y la guarda en uno de los cajones de la mesa de noche—esté es tu lugar querido—dice sonriendo mientras Lucy solo la mira sin dar crédito a lo que vio, nunca había visto a alguien que hablara de su novio como si fuera un trapo sucio. Lucy sigue guardando las hermosas prendas de Allie en el enorme armario, mientras la chica se dedica a ordenar otras pertenencias como sus joyas, cuando ha terminado abre el gran ventanal que da hacia un terraza la cual tiene un pequeño desayunador, la vista que ofrece el balcón deja maravillada Allie, desde su terraza puede ver hacia las caballerizas, que es el lugar donde pasara la mayor parte de su tiempo, sus hermosos caballos son sus más grandes amores y Arabito es su pasión.

— ¿Porque están tan deterioraras? — pregunta regresando al interior.

—Porque nunca se les había dado mantenimiento antes, señorita— responde Lucy quien se encuentra ordenando los miles de zapatos de Allie. —Pero los chicos se encargaran de restaurar todo.

—Espero que así sea, tengo una docena de caballos a embarcar de Londres hacia acá y solo esperan mi llamada— dice sentándose en su cama— ¿puedes prepararme el baño? — dice mientras toma el teléfono que se encuentra a un lado de su cama.

……………..

—El lugar necesita algunas reparaciones por lo que veo— dice Maggie mientras examina el estudio

—Este lugar ha estado solo mucho tiempo señorita. Cuando el señor Mackenzie vino y dijo que el lugar sería entregado a las nietas del Señor Szadkowski. Comenzaron hacerse los arreglos pertinentes— informa y Maggie asiente.

— ¿Hay algo más que necesite repararse con urgencias además de lo que ya me ha mostrado?

—Las caballerizas están deterioradas. Según tengo entendido su hermana, tiene algunos caballos— dice la mujer tomando asiento frente a Maggie en la enorme sala.

—Una docena de caballos se embarcaran en algunos días para traerse desde Londres—responde— ¿En tan malas condiciones se encuentran?

—Le gustaría ir y constatar usted misma los daños— propone la mujer, Maggie se pone de pie y ambas salen de la enorme sala para dirigirse hacia los establos.

El enorme jardín trasero deja maravillada a la chica, los arboles florales lucen maravillosos con sus hermosas flores de colores, algunas se encuentran en el suelo formando un maravilloso camino de colores al mezclarse.

—El jardín es hermoso— dice Maggie sonriendo.

—Yo personalmente he cuidado de cada flor que hay en este lugar— comenta la señora Baizen

—Ha hecho usted un gran trabajo— felicita a la mujer.

Ambas siguen caminando mientras siguen comentando sobre las maravillas del jardín  y del cuidado que la mujer ha dado.  Bajando una colina se encuentran las caballerizas Maggie divisa a tres de los chicos trabajando, bajo el insipiente sol, Geo y Gustav sacan una viga entre los dos y la colocan a un lado de las que ya han sacado.

That BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora