Allie se encuentra recostada en su cama con un pequeño short azul y una blusa gris haciendo juego, lleva puestos sus lentes, está demasiado concentrada en su libro.
— ¡Ana Karenina! — exclama una voz, haciendo que Allie despegue la vista de su libro — ¿En verdad no veo que le encuentras de fascinante a ese libro? —Invanka se sienta su lado, le arrebata el libro y lo hojea rápidamente para regresárselo a la chica.
—Es una historia, fascinante — toma el libro y lo deja sobre su mesa de noche junto con sus lentes, la rubia enarca una ceja, esperando la brillante explicación de Allie, jamás ha entendido porque tanta encanto para esa historia, que ella consideraba cansada e infausta —es una historia bastante compleja.
— ¡Sorpréndeme! — exclama elevando ambos brazos y dejándose caer en las almohadas.
—Bueno— intenta ordenar sus ideas — la mujer de la historia, esta casada con otro hombre del cual tiene un hijo.
—Nada relevante, eso ya lo sé.
— ¿Me dejas? — dice mirándola mal— se enamora de otro pero su amor no puede ser porque la sociedad en la que viven, no se los permite, les mira mal y a ella la excluyen de ese mundo en que creció y en el cual se siente cómoda, por alguna razón ese rechazo la vuelve mentalmente paranoica con respecto a perder al hombre que ama, quien también se cansa de los constantes cambios de humor y celos de ella, hasta que trágicamente muere, cegada por todo el daño que la sociedad aristocrática le ha provocado y…. —calla de pronto analizando sus palabras, la historia le suena muy familiar, su matrimonio con Ethan es bien aceptados por la sociedad aristocrática Inglesa, pero si ella termina su relación con él, sabe perfectamente que le pasara lo mismo que a la protagonista del libro, será rechazada por todos aquellos que conoce y considera sus amigos y familia. Ana Karenina se volvió loca por el abandono no solo de su amado sino también por el de su familia, ¿acaso terminaría ella de la misma manera?, ¿se volvería paranoica de perder todo cuanto conoce?, ¿Tom se quedaría con ella después de eso?, ¿oh, haría exactamente lo mismo que Vronsky con Ana, que para no tener que lidiar con sus celos e inseguridades a casusa de perder todo, prefería pasar tiempo fuera de su casa?, no él no sería capaz de hacer eso, ellos se aman. Además Ana Karenina es ficción, y su relación con Tom es real, y su historia no tiene que terminar como en el libro ¿Oh, si?
— ¡Vaya tienes argumentos sólidos! — dice Ivanka — cualquiera pensaría que tú estás viviendo algo parecido, a lo de Ana — ríe pero Allie no lo hace, aun sigue comiéndose la cabeza por sus palabras — ¡Tierra llamando Allie! ¡Yuju! — exclama pasando una mano frente a los ojos de Allie.
—Lo siento, ¿qué me decías? — se sonroja
— ¿Qué te parece si me cuentas, que has hecho los últimos meses? — dice mirándola — ¿dime que has estado metida, Alison?
—No, se a que te refieres— dice levantándose de la cama, para caminar hacia la enorme venta de su habitación la cual da al balcón. La rubia se levanta de la cama y cierra con llave la puerta de la habitación, una vez que se asegura que nadie podrá entrar a interrumpir su conversación con ella, sale al balcón, saca un cigarrillo del interior de su chaqueta y lo enciende bajo la mirada de Allie — ¿creí que lo habías dejado?
—Y yo, que me tenias confianza — argumenta dejando salir el humo a través de sus labios, Allie suspira y se apoya contra la baranda del balcón acto que imita la rubia — por cierto hay un chico demasiado guapo entre tu personal — dice con naturalidad.
—¿Un chico?— pregunta mirando el perfil de la rubia quien se lleva de nuevo el cigarro a los labios
—Sí, lo divise hoy en el almuerzo, alto , piel bronceada, cabello negro con trenzas y cuerpo bien formado, eso te lo podría asegurar si no fuera porque llevaba ropa ancha— observa de reojo las reacciones de Allie, quien siente un nudo formarse en su estomago
