Divididas (COMPLETA)

Capítulo 39 (Final)

Tras la información acerca de las últimas noticias, la cena transcurrió con una normalidad extraordinaria, y había entre ellas un ambiente de camaradería que pocas veces había podido verse; Lauren incluso sonreía más de lo habitual, mientras hablaban con el acento cubano que utilizaban en pocas ocasiones al tener que mantener una formalidad casi exagerada mientras se encontraban al mando de cualquiera de sus funciones en la empresa. Ambas apreciaban con gusto el hecho de estar hablando el idioma del que se sentían tan orgullosas, y que le daba un toque de intimidad a su conversación.

Cuando terminaron de degustar la comida y los platos fueron retirados, consideraron una buena opción pedir una bebida refrescante, pues la noche en aquel sitio rodeado de antorchas, gente que se había asoleado durante parte del día, y la cálida arena fácilmente accesible en sus pies, estaba caliente en un punto medio. Luego de analizarlo durante algunos minutos, una jarra de "Clericot" estaba sobre su mesa, dejando el vino tinto con un color oscuro, y los trozos de fruta flotando de forma elegante en la superficie del mismo. El mesero preparó dos vasos y luego se retiró, quedando a sus órdenes. Antes de que el hombre diera la vuelta, Lauren lo detuvo.

- Disculpa... ¿Hoy no viene el joven que tocó la guitarra el día de ayer?...- preguntó, mirando con atención el lugar.

- No, señorita. El día de hoy también hay música en vivo, pero viene un conjunto...

- Bien, gracias...- comentó, dejando que el hombre se fuera, mientras Camila le sonreía. En ese momento vieron cómo un grupo de hombres comenzaba a acomodar sus instrumentos justo al lado de un improvisado escenario, reafirmando la información que el mesero les había indicado. Unos segundos en silencio bastaron para que la latina reanudara la conversación.

- ¿Y entonces?... ¿Ya sabes qué harás respecto a Lucy?...- se animó a preguntar. Lauren suspiró en silencio.

- No tengo idea, creo que necesito a Normani para este tipo de cosas... No sé cómo, pero ella y Lucy han creado un buen lazo y ha aprendido a conocerla de alguna forma, y yo estoy tan desesperada por recuperarla que no pienso las cosas con la claridad que debería...

- A veces hay gente con la que simplemente congenias... Ojalá que se les ocurra una buena idea...Sinceramente quiero que arregles las cosas y...

- Camz...- la interrumpió cuidadosamente.- Me encargaré de eso... Pero, ¿podemos no hablar al respecto esta noche?...- se atrevió a pedir.

- Claro- aceptó, sonriendo ante la petición.

- ¿Puedo pedirte algo más?...- preguntó, mientras el audio del lugar comenzaba a sonar con una canción que reconoció, pues durante su niñez la escuchó en múltiples ocasiones en las épicas veladas que su abuela paterna organizaba, en el jardín trasero de la casa.

- Sí, Lauren...

- ¿Bailas conmigo?...- pidió, extendiendo su mano y sonriéndole. Camila aceptó inmediatamente, realizando el contacto y sintiendo su cuerpo tensarse ante el mismo. Acompañadas por otras parejas, se levantaron de su lugar y se dirigieron a la pista de baile. El ritmo de aquella canción era completamente tropical, y debían bailarlo separadas, una frente a otra. Camila sonrió ante la gracia con la que Lauren disfrutaba de la melodía, y no pudo soportar una risa sincera cuando aquella voz que regularmente era rasposa, se convertía en una un tanto más aguda cuando pronunciaba palabras en español, al ritmo de la música.

- Mamá solía poner esa canción cuando cocinaba. Recuerdo que cuidaba a Sofi mientras la casa comenzaba a oler a comida, y Sinu cantaba a todo pulmón, festejando su idioma natal. Cuando papá se encontraba en casa, iba a la cocina y bailaba con ella aprovechando los espacios que había entre la cocción de algún alimento y otro...- recordó con nostalgia.